La reina Sofía salpicada por la condena
La reina Sofía tiene una amiga que podría ayudar con la condena de Daniel Sancho. Esto podría suponer un sorprendente giro al caso del hijo del actor. La condena a cadena perpetua podría modificarse y el joven tendría una alternativa para cambiar positivamente su vida.
Un giro inesperado en el caso delicado de Daniel Sancho podría ser ejecutado por la reina Sofía y que tiene que ver con un vínculo poderoso de la mandataria. Una amistad que podría ayudarla a intervenir en el caso del joven español, ayudándolo a mejorar las condiciones de la condena. ¿Sucederá?
La potestad de una reina
El rey de Tailandia tiene la potestad de indultar a ciertos presos en el día de su cumpleaños. En tales ocasiones es frecuente que conmute penas de muerte si las personas condenadas se han arrepentido de verdad. El rey tiene el poder de cambiar drásticamente la condena de forma brusca. Asimismo, también puede reducir condenas.
La reina Sofía tiene una larga amistad con la reina de Tailandia; se han visto en varias ocasiones y se han dedicado palabras de admiración en público. Hay varias fotos de ambas tomadas a lo largo de varias décadas, en las que aparecen con una actitud cómplice. Por tanto, la reina Sofía podría intervenir por Sancho frente a los monarcas tailandeses para aliviar su condena.
¿Podría influir la reina en la sentencia de Daniel Sancho?
Dada esta amistad de la reina de España con la de Tailandia, una de las posibilidades que se han comentado en los últimos días es que la monarca podría interceder para cambiar la sentencia de Sancho, pidiendo a los reyes tailandeses que actúen, por ejemplo, ordenando que el joven pueda cumplir su condena en su país. No obstante, de momento no se sabe qué decisión tomará.
La cadena perpetua de Daniel Sancho podría, por lo tanto, verse modificada drásticamente y, aunque no es ésta su única alternativa, sería un recurso bastante más sólido que las alternativas que barajan sus abogados, quienes están preparando el primero de los recursos. Se estima que la condena definitiva se dicte en un plazo de varios meses, a partir de los cuales se comienza a contar el tiempo de condena.