Pablo Motos se esfuerza por estar a la altura de Lamine Yamal
El español Lamine Yamal solo tiene 17 años y es campeón de Europa de fútbol con nuestra selección, fue invitado al programa El Hormiguero de Antena 3. El joven futbolista juega en el F.C. Barcelona y se convirtió en la estrella invitada de Pablo Motos, la entrevista se desarrolló con cierto apuro por parte del presentador que pensaba que la noche iba a resultar más desenfadada.
Pablo Motos quiso hacer eso que siempre le da resultado de audiencia cuando blanquea una línea editorial muy conservadora, preguntando al futbolista de origen marroquí sobre lo que opina de los comentarios racistas que se han escuchado en el campo de fútbol, su respuesta no es la que el presentador esperaba.
Pablo Motos recibe una lección de elegancia
Lamine Yamal respondió así al comunicador de Antena 3 cuando le preguntó qué les diría a los racistas de extrema derecha que durante la Eurocopa hicieron comentarios xenófobos contra él y contra Nico Williams. «No merece la pena decir nada, sabemos nuestra educación y nuestros valores están claros», ha declarado el futbolista.
Pablo Motos no esperaba una respuesta tan contundente, pero Yamal en pocas palabras deja clara su opinión sobre los racistas y la ignorancia que se cierne sobre las personas que insultan a otras por su origen o color de piel, él es un chico educado y con unos valores que le impiden entrar al trapo, algo que estaba deseando el presentador que hiciera, pero no lo consiguió.
Pablo Motos se enfrenta a un campeón de Europa
El presentador pensaba que iba a entrevistar a un chaval nervioso e inseguro, pero estamos hablando de un joven que es una estrella deportiva a nivel internacional y que acaba de ganar uno de los campeonatos más importantes del mundo, por lo tanto está acostumbrado a la disciplina y a la presión, y no vaciló en ninguna de sus respuestas.
Pablo Motos no logró su objetivo de usar la parte política en el programa, su mención a la extrema derecha no hizo que el futbolista se enfadara, se sintiera incómodo o contestara con alguna frase que diera pie a que los propios racistas pudieran atacarlo, decidió apelar al sentido común y aseguró que lo mejor es hacer oídos sordos a las palabras necias, vengan de donde vengan.