Sofía Suescun cuenta la insoportable convivencia con su madre
Sofía Suescun llegó a nuestras vidas al mismo tiempo que su madre Maite Galdeano, las dos participaron en Gran Hermano, desde el principio, las dos han sido protagonistas indiscutibles de diferentes polémicas que no han sabido digerir de igual modo cada una de ellas, durante los últimos años, la ganadora de Gran Hermano ha estado fuera de la pantalla por elección propia, pero ha vuelto para protagonizar la pelea del verano.
Kiko Jiménez lleva mucho tiempo advirtiendo sobre lo complicada que era la convivencia con Maite Galdeano, nadie entendía que una pareja que llevaba tantos años unida y que parecían tan enamorados, no hubiesen dado el paso de vivir juntos, casarse o tener hijos, la reacción del colaborador lo dejó claro: la madre de su novia no quiere que se case ni que viva con él.
Sofía Suescun ha compartido su vida con su madre
La colaboradora no ha podido tener una relación de pareja al uso ya que su madre siempre ha estado literalmente en medio, durante los años que ha sido la novia de Kiko Jiménez apenas han estado solos ya que tanto Maite Galdeano como su hijo han compartido vivienda con la concursante de Supervivientes All Stars.
Sofía Suescun no ha podido más, su paso por Cayos Cochinos le ha hecho reflexionar, la influencer ha meditado y se ha dado cuenta de que hasta en medio de los conflictos en Supervivientes, ella era feliz solo porque estaba lejos de su madre, su propio hermano contó hace años en televisión cómo su madre no le daba espacio a su hija y que era necesario que lo hiciera.
Sofía Suescun atrapada por la posesión de su madre
La relación de Kiko Jiménez con su novia siempre ha estado condicionada por Maite Galdeano, la colaboradora va a cumplir 30 años y su madre no quiere que se case, ni que tenga hijos, ni que viva a solas con su pareja, ella siempre quiere estar en medio y proyecta sus propios traumas del pasado en su hija.
Sofia Suescun lo ha contado todo teniendo en cuenta que es su madre y que la quiere, pero necesita libertad, sentirse capaz de poder tomar sus propias decisiones sin la presión de su madre, algo que no parece que vaya a resultar fácil por lo mediático del asunto y por el carácter de Maite Galdeano que no parece querer entrar en razón.