Shakira rompe su silencio y denuncia a Hacienda por querer «quemarla en la hoguera»

Shakira defiende su inocencia y critica a la Agencia Tributaria

La cantante colombiana Shakira ha decidido romper su silencio estableciendo su postura sobre la disputa legal que mantiene con la Agencia Tributaria española. En una carta publicada en el periódico ‘El Mundo’, Shakira expone su versión de los hechos y lanza duras acusaciones contra el organismo, al que culpa de actuar por prejuicios machistas y de intentar presentarla como culpable antes de que se dicte una sentencia. A continuación, analizaremos los puntos más importantes de su declaración.

La carta: una defensa apasionada

En su carta, Shakira sostiene que aceptó el acuerdo con la Agencia Tributaria no por falta de valentía, sino para proteger a sus hijos. Afirma que su decisión fue motivada por el deseo de «dejarles un legado de una mujer que expuso sus razones con calma». Esta declaración pone de relieve el dilema que enfrentó, ya que su reputación y la estabilidad de su vida familiar estaban en juego.

La artista había acordado pagar más de siete millones de euros en concepto de multa después de aceptar un delito fiscal. Sin embargo, plantea que su estadía en España fue cuestionada injustamente, asegurando que su relación con Gerard Piqué no fue el motivo principal de su establecimiento en el país. A lo largo de su escrito, Shakira argumenta con precisión y emoción, exigiendo que se reconozcan sus esfuerzos por cumplir con las obligaciones fiscales.

Un relato distorsionado

Shakira reitera que el relato de la Agencia Tributaria está lleno de confusiones y manipulaciones. En sus propias palabras, «lo más frustrante fue comprobar que una institución del Estado parecía más interesada en quemarme públicamente en la hoguera que en escuchar mis razones». Este comentario refleja la percepción de la cantante sobre cómo las autoridades están más enfocadas en crear un espectáculo mediático que en el verdadero cumplimiento de la justicia.

La artista también menciona su experiencia personal en la «década española», donde, según afirma, durante esos años se vio en una «década financieramente perdida» tras realizar una intensa gira que incluyó 120 conciertos en 90 ciudades distintas. Este esfuerzo, según declara, se tradujo en que «todo lo que gané en esos años se lo quedó el Estado español».

La crítica al machismo y los prejuicios

Uno de los puntos más llamativos de la carta es la crítica al machismo estructural en la sociedad. Shakira destaca que, si el papel hubiera sido invertido, y un hombre estadounidense hubiese sido el que se enamorara de una española, probablemente no habría enfrentado la misma sospecha de arraigo o implicaciones fiscales. Esta observación señala un problema más amplio en la percepción de las mujeres en contexto de relaciones transnacionales.

«Hay un machismo estructural que da por descontado que una mujer solo puede seguir a un hombre, incluso cuando no le conviene», argumenta la artista, cuestionando no solo sus experiencias personales, sino también unas estructuras sociales que perpetúan la desigualdad. Su enfoque pone de relieve la necesidad de una revisión crítica de las normativas y actitudes que rigen estas dinámicas.

La presunción de inocencia en juego

Shakira también aborda la cuestión de la presunción de inocencia. Pregunta retóricamente si se puede confiar en que una institución pública actuará con imparcialidad si ya ha condenado públicamente a una figura antes de que se dicte sentencia. «Mis finanzas fueron investigadas por instituciones tan poco sospechosas como la Casa Blanca, y nunca encontraron ni la menor señal de ilegalidad», añadió, enfatizando que siempre ha cumplido con sus deberes fiscales.

La artista critica lo que considera un enfoque punitivo de la Agencia Tributaria, que sería más efectivo si se centrara en educar y apoyar a los ciudadanos en lugar de castigar y perseguir a figuras públicas para restaurar una «credibilidad en entredicho».

Un llamado a la reflexión sobre las instituciones

Shakira concluye su carta con un poderoso mensaje sobre la relación entre las instituciones y los ciudadanos. «Si quieren que creamos en las instituciones, deberían convencernos de que las instituciones creen en nosotros». Esta frase encapsula su deseo de una mayor responsabilidad y transparencia por parte de las autoridades fiscales.

Adicionalmente, menciona que «las cosas no se solucionan quemando en la hoguera a una figura pública al año», evocando una imagen que recuerda prácticas de la Inquisición para hacer una crítica a la forma en que las instituciones públicas manejan casos mediáticos y de alto perfil.

En este contexto, Shakira se posiciona no solo como una artista, sino como una voz crítica demandando cambios en la forma en que las instituciones gestionan sus relaciones con la ciudadanía.

Reflexión final

La carta de Shakira es una defensa apasionada que no solo busca limpiar su nombre, sino que también invita a una profunda reflexión sobre la justicia y la igualdad de género en las instituciones. Al abordar temas como el machismo, la presunción de inocencia y el papel de los organismos estatales, la cantante abre un diálogo necesario sobre cómo las figuras públicas son tratadas en momentos de crisis.

Este caso no solo es relevante por la figura de la artista involucrada, sino que refleja una problemática social más amplia que afecta a muchas mujeres y ciudadanos en general. La defensa de Shakira podría ser vista como un símbolo de la lucha por la justicia y la dignidad que todos merecemos. En última instancia, es un llamado a las autoridades para que adopten una postura más humana y menos punitiva en su búsqueda de credibilidad y justicia social.