Alejandra Rubio tiene un nuevo enemigo
Alejandra Rubio está en el punto de mira de Saúl Ortiz, quien ha expresado su hartazgo con los hijos de los famosos que se creen que por el vínculo familiar ya tienen lo suficiente para convertirse en influencers o para tener su propio espacio en la tele: «Ya está bien de barbaridades», dice.
El periodista estalla en ‘Telemadrid‘ en pleno directo después de las declaraciones de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia que dicen tener «problemas económicos» cuando, dice el periodista: «llevan un verano de yate en yate y tiro porque me toca». Sus afirmaciones han encendido el debate.
La situación de Alejandra Rubio
Alejandra Rubio y Carlo Costanzia han declarado estar enfrentando problemas económicos, especialmente por parte de Carlo, quien ha admitido que a veces le cuesta llegar a fin de mes. Estas afirmaciones, sin embargo, dan mucho de qué hablar, después de que ambos hayan disfrutado de vacaciones lujosas en Alicante, Málaga y Galicia, alojándose en lugares exclusivos y compartiendo estos momentos en redes sociales.
Sabemos, sin embargo, que Carlo Costanzia no tiene trabajo y depende en gran medida de exclusivas que giran en torno a su vida personal, por lo que podría decirse que ha mantenido un nivel de vida más alto del que podría sostener. La pareja ha sido fuertemente criticada por exponer esta realidad, especialmente en una época tremendamente difícil para muchas familias españolas.
La reacción de Saúl Ortiz
El periodista Saúl Ortiz ha estallado en medio del directo a raíz de la confesión de la pareja en torno a sus problemas económicos porque lo considera una tomadura de pelo. «Ya está bien de estas barbaridades que dicen estos personajes del corazón que son del submundo ‘hijos de famosos’ que se creen que son ahora influencers y que marcan un ahora y un después en la prensa del corazón. No.», expresó con enfado.
Según Ortiz Alejandra Rubio y su pareja llevan recogiendo unos «100.000 euros dando exclusivas», lo que les ha permitido vivir un verano «de yate en yate y tiro porque me toca». Su enfado era notable: «¿Pero esto qué es? No insultéis a la gente y a la inteligencia de las personas», zanjó con total vehemencia.