De la raqueta al ladrillo, así podría resumirse la evolución del legendario tenista español Rafa Nadal, quien a sus 38 años está abriéndose paso en el mundo inmobiliario con dos ambiciosos proyectos de lujo en la codiciada Costa del Sol. Lejos de las pistas de tenis, Rafa Nadal se embarca en una nueva aventura empresarial que promete tanto éxito como sus innumerables victorias deportivas
Rafa Nadal, cuyo patrimonio se estima en unos 310 millones de euros, ha decidido diversificar sus inversiones, alejándose del polvo de ladrillo de las canchas para enfocarse en un sector que conoce bien: el turismo de lujo. De la mano de la promotora Sierra Blanca Estates y el empresario Abel Matutes, Nadal lidera una inversión colosal de 200 millones de euros en la construcción de más de 80 residencias de alta gama en los municipios turísticos de Marbella y Estepona. Estas propiedades no serán simples viviendas, sino auténticas joyas arquitectónicas bajo el concepto de branded residences, un modelo que combina lujo, exclusividad y una marca reconocida.
En Estepona, Nadal y sus socios construirán 40 apartamentos y seis villas de máxima calidad en la zona de Los Llanos, en primera línea de playa. Con más de 300.000 metros cuadrados de terreno, este desarrollo no solo ofrecerá residencias de ensueño, sino que también se convertirá en una gran urbanización de lujo que atraerá a la élite global. Por su parte, en Marbella, el proyecto se desarrollará en Nagüeles, donde se planea la construcción de otras 40 viviendas de lujo plurifamiliares, consolidando a la Costa del Sol como un destino privilegiado para los más adinerados.
El paso de Nadal hacia el sector inmobiliario no es casual. El tenista, que ha demostrado una visión empresarial aguda, ya había explorado con éxito el sector turístico anteriormente. En el Caribe mexicano, promovió la construcción de dos complejos hoteleros en la isla de Cozumel: Secrets Aura y Sunscape Sabor, que juntos suman cerca de 500 habitaciones. Esta experiencia le ha permitido identificar el potencial de mercados turísticos de alto nivel, tanto en España como en el extranjero.
El año pasado, Nadal amplió su portafolio en el sector hotelero con el lanzamiento de Zel, una nueva marca en colaboración con Meliá. Zel tiene planes de expansión rápida, con cuatro nuevos hoteles que abrirán sus puertas en 2024: dos en el Caribe (Zel Sayulita y Zel Punta Cana) y dos en España (Zel Madrid, en la Gran Vía, y Zel Tossa de Mar, en la Costa Brava). La alianza con Meliá refuerza su apuesta por el turismo de lujo y consolida su posición como un empresario global.
Pero el éxito de Nadal no se limita al ladrillo y la hostelería. Su proyecto más personal, la Rafa Nadal Academy by Movistar, inaugurada en 2016 en su natal Manacor, se ha convertido en un referente mundial para jóvenes tenistas. Este centro de entrenamiento no solo forma a futuros campeones, sino que también ofrece una educación integral, combinando deporte y estudios. Movistar, como patrocinador principal, respalda este proyecto que refleja el compromiso de Nadal con el deporte y la juventud.
Además, Rafa Nadal ha mostrado interés en el sector audiovisual y la producción de contenido. A través de su participación en Mabel Capital, Nadal es coproductor de series de éxito en Netflix como «Soy Georgina» y «Tamara Falcó: La Marquesa». Este nuevo rol como productor subraya su capacidad para adaptarse y triunfar en diferentes industrias.
Rafa Nadal y Cantabria Labs
La reciente creación de NDL Pro-Health, una sociedad al 50 % con Cantabria Labs, la farmacéutica de la familia Matji, es otra muestra de la diversificación de sus negocios. Esta nueva empresa se especializa en la producción de complementos alimenticios, lo que demuestra que Nadal está explorando incluso el sector de la salud y el bienestar, una industria en crecimiento constante.
Por supuesto, no se puede hablar de Rafa Nadal sin mencionar su enorme atractivo como imagen publicitaria. El tenista, siempre educado y cercano a sus fans, es un reclamo publicitario codiciado. Con contratos millonarios con marcas como Nike, Babolat, Richard Mille y Amstel, Rafa Nadal suma unos 12 millones de euros anuales solo en acuerdos de patrocinio. Además, su longeva relación con la marca coreana KIA, de la cual ha sido embajador desde 2004, subraya su fidelidad y valor como figura pública.
Rafa Nadal ha demostrado ser mucho más que un tenista de élite. Con su incursión en el mundo inmobiliario y su consolidación en otros sectores como el turismo, la producción audiovisual y la salud, se perfila como uno de los empresarios más influyentes de España. Su éxito no solo se mide en títulos deportivos, sino en su capacidad para reinventarse y triunfar en cualquier campo que se proponga. Mientras sus rivales luchan por títulos en las pistas, Nadal se asegura de que su legado también perdure en los negocios.