Isabel Pantoja no está teniendo una Gira 50 Aniversario tan tranquila como hubiera deseado. La gira, que prometía ser un éxito monumental en la celebración de sus cinco décadas en el mundo de la música, se ha visto afectada por diversos problemas, entre ellos la salud de la artista, lo que la llevó a cancelar varios conciertos. A estos contratiempos se suman ahora los problemas con su equipo de trabajo, quienes están enfrentando medidas estrictas que no han sido bien recibidas por todos.
1El contrato de confidencialidad
Tras el concierto que Isabel Pantoja ofreció en Albacete el pasado viernes, se ha implementado una nueva normativa para los miembros de su equipo. Todos los trabajadores están obligados a firmar un contrato de confidencialidad cuyo objetivo es claro: evitar cualquier filtración de información sobre la vida privada de la artista o sobre los eventos que la rodean, ya sea a través de los medios de comunicación o de las redes sociales.
Según ha revelado Kike Calleja en el programa ‘Fiesta’, el contrato especifica que los trabajadores no pueden divulgar detalles de lo que ocurra en los conciertos ni de la vida de Isabel Pantoja. «El viernes celebró un concierto en Albacete y les hicieron firmar un contrato de confidencialidad, donde indican que los trabajadores no pueden pasar información de todo lo que vean allí, ni tampoco de Isabel Pantoja. No se pueden tomar vídeos, ni fotografías, ni distribuirlo en medios ni en redes», explicó Calleja.
Esta medida ha generado un notable malestar entre los empleados de Pantoja. Algunos se han negado a firmar el contrato, lo que ha llevado a una situación de tensión en el equipo. Según Kike Calleja, «si no lo firman, no estarán trabajando en el próximo concierto», lo cual indica que firmar este contrato es una condición indispensable para continuar siendo parte del equipo de la cantante.
El contrato de confidencialidad no es solo una medida preventiva; también lleva aparejada una cláusula punitiva. Aquellos que firmen el contrato y luego lo incumplan se enfrentan a una multa considerable. «Quienes firmen el contrato de confidencialidad y lo incumplan tendrán que pagar la cuantía de 20.000 euros», detalló Calleja. Además, advirtió que si se diera el caso de una infracción, el proceso legal se llevaría a cabo en el juzgado de Las Palmas, lo que podría complicar aún más la situación para los trabajadores implicados.
La decisión de Isabel Pantoja de imponer estas estrictas normas de confidencialidad no es arbitraria. La artista está atravesando un periodo de su vida en el que busca un cambio significativo. A principios de año, Pantoja se planteó el propósito de saldar todas sus deudas y alcanzar una estabilidad económica que le permitiera vivir con tranquilidad. Este objetivo ha sido uno de los motores detrás de su compromiso con la gira ’50 Aniversario’, que le está reportando ingresos significativos gracias al éxito de taquilla en cada ciudad que visita.