El distanciamiento de Sara Carbonero y Nacho Taboada
Sara Carbonero y Nacho Taboada lo han dejado. Esta noticia ha recorrido velozmente los medios de comunicación del cotilleo y sorprendiendo a más de uno. Después de dos años de relación, la pareja ha decidido poner cese a la relación. Han sido dos años de acompañarse mutuamente y de brindarse afecto de muchas maneras.
Aparentemente fue una ruptura pacífica, ya que ambos continúan enviándose mensajes de cariño a través de las redes sociales. La pareja decidió poner fin a su relación amorosa pero continúan siendo amigos. Fue ésta la primera relación duradera de Sara después de haberse divorciado de Iker Casillas, con quien todavía tiene un vínculo cercano.
Un repaso del romance
Sara carbonero y Nacho Taboada comenzaron a salir en 2022. La relación no tardó en hacerse pública, aunque al principio mantuvieron un perfil discreto. Desde abril de ese mismo año comenzaron a hacer apariciones en público y demostraron que existía una fuerte química y conexión entre ellos. Nacho Taboada ha sido un gran apoyo para Sara, especialmente en momentos difíciles relacionados con su salud.
La pareja se convirtió en una de las más queridas del medio, porque ambos siempre han gozado de un gran cariño por parte de la gente. Se dice que Nacho ha sido una influencia positiva en la vida de Sara, aportando tranquilidad y estabilidad, y marcando una nueva etapa en su vida, después de muchos años de exposición descontrolada tras su relación con Iker Casillas.
Decir adiós
Nacho Taboada siempre ha mantenido sus relaciones amorosas en un espacio de cierta discreción, aunque no dudó en hablar de Sara Carbonero en su momento, diciendo que había conocido a una mujer muy especial. Del mismo modo, ella también habló del romance pero intentando mantener cierta distancia.
Nacho dijo: «Lo llevo con discreción, con mi forma de ser, siempre ajena a ese mundo. Intento no leer mucho, pasar desapercibido. Ambos tratamos de vivir con la mayor normalidad que podemos». Ahora, la normalidad les ha mandado separarse porque hay cosas que ya no son como antes y ha llegado el momento de decir adiós.