José Ortega Cano, una de las leyendas vivientes del mundo del toreo, parece tener una relación ambivalente con la retirada. A pesar de haber anunciado en varias ocasiones su deseo de dejar el ruedo para siempre, el destino siempre parece llevarlo de vuelta a la arena. El pasado fin de semana, a sus 70 años, Ortega Cano volvió a enfrentarse a un toro en la Plaza de Toros del Provencio, en Cuenca, para celebrar su 50 aniversario en el mundo taurino. Sin embargo, su regreso no estuvo exento de problemas, generando un cúmulo de situaciones y comentarios que han puesto en el centro de la atención tanto su estado físico como su situación económica.
1Novedades sobre la situación del torero
El evento, que prometía ser una celebración de la carrera del mítico torero, comenzó con un aire festivo y esperanzador. Ortega Cano, con su característica elegancia y destreza, hizo una primera parte de su actuación que recibió numerosos aplausos y elogios del público. El diestro mostró una habilidad que parecía desafiar el paso del tiempo, realizando una faena que entusiasmó a los asistentes.
No obstante, la jornada dio un giro inesperado cuando, en un momento de aparente control, el novillo comenzó a comportarse de manera impredecible. De repente, el toro embestió con furia a Ortega Cano, arrojándolo al suelo. Los gritos de preocupación se apoderaron de la plaza mientras el animal seguía embistiendo. La rápida reacción de los compañeros del torero fue crucial para evitar mayores daños y finalmente pudieron alejar al toro, permitiendo que Ortega Cano se levantara con signos evidentes de haber pasado un gran susto, pero afortunadamente sin heridas graves.
El incidente, captado en exclusivas imágenes por el programa ‘Y ahora Sonsoles’, dejó una impresión profunda tanto en los presentes como en los espectadores. A pesar de que Ortega Cano pudo recomponerse y continuar, la situación generó una oleada de comentarios negativos y preocupaciones sobre su seguridad y bienestar.