La llegada de Anabel Pantoja a Murcia para apoyar a Isabel Pantoja durante su concierto en el festival ‘Sal de Música’ no pasó desapercibida. En medio de una ola de especulaciones sobre una supuesta tensa relación entre ambas, la influencer mostró una actitud inicialmente reservada ante la prensa. Al ser interrogada sobre su relación con su tía, fulminó con la mirada a los reporteros, visiblemente cansada por las preguntas insistentes sobre los rumores de conflicto familiar relacionados con Mariló de la Rubia.
Sin embargo, momentos después, Anabel recula y decide hablar con la prensa. Salió del hotel mostrando una actitud mucho más cercana y abierta, dispuesta a aclarar la situación. Ante el interés de los medios y la especulación sobre un posible enfrentamiento con su tía, la hija de Bernardo Pantoja fue tajante en sus respuestas, intentando poner fin a los rumores y mostrar que la relación con Isabel es sólida y afectuosa.
Ya en el concierto, Isabel Pantoja interpretó ‘Garlochí’ sin la presencia de su sobrina en el escenario. Aunque su ausencia fue notable y el público reclamó que saliera a bailar, la tonadillera explicó con humor y cariño: «Es que mi niña ya está con su niña, ¿eh? Y allá no se puede mover tanto». Mientras tanto, para llenar el vacío, un grupo de bailarinas se unió a la artista en una animada interpretación de la canción, con la cantante comentando: «¡Hay que darle oportunidades a todo el mundo!»
Un concierto que Anabel disfrutó desde un lugar privilegiado tras el escenario, feliz de compartir la experiencia con su tía y junto a su futura hija. Tras finalizar la actuación, la influencer se retiró del recinto en una furgoneta con los cristales tintados, lo que impidió que fuera vista por los medios y los fans.