Las vacaciones de Tamara Falcó
Tamara Falcó vuelve a ser noticia. La marquesa de Griñón y su esposo Íñigo Onieva disfrutaron de una lujosa segunda luna de miel en las islas Seychelles, un destino paradisíaco conocido por sus playas de ensueño y alojamientos exclusivos. La pareja se hospedó en un resort de alta gama, donde el lujo y la privacidad son primordiales.
El alojamiento elegido por Falcó y Onieva se distingue por ofrecer villas privadas con impresionantes vistas al océano Índico, acceso directo a playas privadas y servicios personalizados de primer nivel. Las villas suelen estar equipadas con piscinas infinitas, jacuzzis, y terrazas privadas, todo diseñado para proporcionar una experiencia única de relax y exclusividad.
Con todos los lujos
Tamara Falcó y su pareja necesitan desconectar de su ajetreada vida y para ello eligen un destino insólito. Un archipiélago de 15 islas que se supone es uno de los sitios más caros del mundo. Seguramente es uno de los pocos rincones exóticos que a la hija de Isabel Preysler le faltaba por conocer.
Durante su estancia, la pareja disfrutó de diversas actividades, como cenas románticas en la playa, masajes en el spa del resort, y paseos en barco para explorar las islas cercanas. Además, el resort cuenta con una oferta gastronómica excepcional, con chefs de renombre que preparan platos gourmet utilizando ingredientes frescos y locales.
La influencer que ofrece planes que sólo puede pagar ella
Con la excusa de que se considera una influencer y que su cuenta de Instagram puede servir para que otras personas puedan tomar decisiones en su vida personal, Tamara Falcó comparte los detalles de su vida privada, sin olvidarse de lo que paga por cada lujo que se propone conquistar. En el caso de este viaje, después de un viaje largo aterrizaron en un hotel 5 estrellas donde cada noche cuesta nada más ni nada menos que 2.000 euros.
A lo largo de los días ha ido compartiendo los detalles de las diversas actividades que disfrutaron en este destino. Además, la hija de la Preysler compartió en tiempo real los momentos de su viaje en avión y los diversos detalles en torno a unas vacaciones insólitas. Lo que queda claro es que casi nadie (o ninguna) de las personas que siguen a Tamara Falcó puede permitirse unas vacaciones tan lujosas, lo que pondría en entredicho lo de ‘ser influencer’, esa etiqueta que se ha colocado ella solita.