Giro en el caso Daniel Sancho
Daniel Sancho está esperando su sentencia, para la que faltan unos pocos días. Desde hace un año se encuentra preso en una cárcel de Tailandia, tal reconocer que fue artífice del asesinato y descuartizamiento del médico Edwin Arrieta. Esta semana ha recibido una visita inesperada que podría ayudarlo a afrontar estos difíciles momentos. Mientras tanto, su defensa ruega que la condena no sea tan severa como se anunciaba al comienzo.
A quince días de que el chef reciba la lectura de su sentencia, los ánimos a su alrededor están un poco alterados. Y no es para menos: el hijo del actor Rodolfo Sancho se enfrenta a la más dura acusación dentro de la legislación de Tailandia y, por tanto, podría enfrentarse a la peor condena: la pena de muerte. Sin embargo, una visita podría suponer un giro de último momento sumamente importante.
La misteriosa visita
Daniel Sancho recibirá estos días una visita tan misteriosa como relevante. Se trata del abogado de Rodolfo Sancho, quien ha preparado la defensa de su hijo, y que viaja a Tailandia por varias razones, entre las cuales se encuentra su creciente preocupación por la suerte que podría esperarle al hijo del actor.
La noticia la ha dado el periodista Joaquín Campos, que se encuentra de corresponsal en Tailandia. Marcos García-Montes, se desplazará a la isla tailandesa la semana próxima y permanecerá en el país asiático cinco días. Lo que más ha llamado la atención es que, pese a ser uno de los cerebros de la defensa, no participó de ninguna de las sesiones del juicio.
Los motivos del viaje de Marcos García-Montes a Tailandia
La defensa sostiene la confesión del principio de Daniel Sancho, que consiste en asumir que la muerte fue causada por un accidente: un forcejeo entre ambos (él y Arrieta) que terminó cuando la cabeza del médico chocó contra un sanitario y que debido al susto y la desesperación decidió descuartizarlo y esconder las partes para que no lo cazaran.
Hay un rumor de que el destino del acusado podría ser tremendo, pese a que no se ha podido probar que hubiera premeditación en sus actos. Debido a este posible giro negativo es que el abogado habría decidido desplazarse. En palabras de Campos: «el viaje podría tener que ver con la preparación del recurso de apelación» en el caso de que las cosas se compliquen.