La Reina Letizia de España, conocida por su estilo impecable y su estricto seguimiento de las normas de protocolo, ha sorprendido a muchos durante su reciente visita a los Juegos Olímpicos de París 2024. En esta ocasión, la monarca española fue vista luciendo unas gafas de sol, un accesorio que rara vez lleva, a pesar de ser habitual en otras royals. Esta inesperada elección ha despertado la curiosidad de los seguidores de la realeza y ha llevado a los expertos en protocolo a comentar sobre esta inusual decisión.
El pasado martes 30 de julio, Letizia llegó a París para apoyar a los deportistas españoles en los Juegos Olímpicos. Para la ocasión, optó por un atuendo casual pero elegante, compuesto por un polo rojo de manga corta, vaqueros oscuros ajustados y zapatillas deportivas. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue el accesorio que eligió para complementar su look: unas gafas de sol de Carolina Herrera. Estas gafas de Letizia, con montura negra, cristales espejados y una forma redonda, se destacaron no solo por su diseño moderno, sino porque rara vez se ve a la Reina usándolas en público.
A pesar de que la Reina Letizia asiste frecuentemente a eventos al aire libre, es raro verla usando gafas de sol. Esta elección ha sorprendido a muchos, especialmente considerando que otras figuras reales, como su esposo el Rey Felipe VI, no dudan en usar este tipo de accesorio cuando las condiciones lo requieren. La decisión de Letizia de no llevar gafas de sol en la mayoría de las ocasiones ha sido motivo de especulación, y aunque muchos creían que se debía a una preferencia personal, la realidad es que hay razones más profundas detrás de esta conducta.
Según María José Gómez Verdú, experta en protocolo y etiqueta, el uso de gafas de sol entre los miembros de la realeza está fuertemente regulado por las normas de etiqueta. «Las gafas de sol pueden ser un elemento básico del verano, pero en general todas las familias reales limitan mucho su uso a determinados momentos», explica Gómez Verdú. Las ocasiones en las que se permite su uso suelen estar restringidas a eventos deportivos al aire libre o situaciones en las que las condiciones climáticas hacen necesario protegerse del sol.
El protocolo real no solo regula cuándo se pueden usar gafas de sol, sino que también dicta cuándo deben retirarse. «Cuando deben saludar a otras personas o conversar con ellas se las deben quitar. Así como cuando entran o están en el interior de un lugar, ya que hay sombra y no sería necesaria llevarlas«, señala la experta en protocolo. Este tipo de normas hacen que el uso de gafas de sol sea una molestia en muchos casos, ya que su constante retirada y colocación pueden interferir con las labores y el comportamiento esperado de un miembro de la realeza.
Una de las razones principales por las que el protocolo desalienta el uso de gafas de sol es la necesidad de mantener un contacto visual claro durante los saludos y conversaciones. «El problema es que las gafas de sol no permiten mantener un contacto visual con la otra persona, ya que los ojos están tapados por las lentes», comenta Gómez Verdú. El contacto visual es crucial en la comunicación y en la expresión de respeto hacia los demás, y llevar gafas de sol durante estas interacciones se considera una falta de educación.
La regla de las gafas de sol de Letizia
La regla de quitarse las gafas de sol al saludar o conversar no es exclusiva de la realeza, sino que es una norma de etiqueta común en todo el mundo. «No es una regla que pertenezca solo a la familia real, sino a todo el mundo, forma parte de las reglas de etiqueta de buena educación y comportamiento», concluye la experta sobre Letizia. Esta norma busca asegurar que las interacciones personales sean claras y respetuosas, un principio que se aplica tanto en la realeza como en la vida cotidiana.
Aunque la Reina Letizia ha decidido romper con su tradición en esta ocasión específica, su elección de gafas de sol refleja un equilibrio entre la necesidad de protegerse del sol y el respeto por las normas de protocolo. Las gafas de Carolina Herrera que lució no solo cumplieron su función práctica, sino que también añadieron un toque moderno y juvenil a su estilo. Este evento en París demuestra que, incluso en la realeza, hay momentos en los que la funcionalidad y el estilo pueden ir de la mano, siempre dentro de los límites que marca el protocolo.
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