La Casa Real Española ha sido objeto de duras críticas después de que ninguno de sus miembros asistiera a la final de Wimbledon, donde el tenista Carlos Alcaraz se enfrentó al serbio Novak Djokovic en un emocionante encuentro que capturó la atención del mundo deportivo. En su lugar, el Rey Felipe VI y su hija, la Princesa Sofía, optaron por viajar a Berlín para presenciar la final de la Eurocopa entre España e Inglaterra, dejando a Alcaraz sin representación real en Londres.
La decisión ha sido fuertemente cuestionada por medios de comunicación, aficionados y figuras públicas, quienes consideran que la presencia de la Familia Real en eventos de gran importancia internacional es fundamental para el reconocimiento y apoyo de los talentos españoles. Carlos Alcaraz, una de las mayores promesas del tenis español y mundial, disputaba su segunda final en el célebre torneo de Wimbledon, un hito que muchos esperaban fuera respaldado por la Casa Real.
El Rey Felipe VI y la Princesa Sofía acudieron a Berlín, donde asistieron a la final de la Eurocopa que enfrentó a España contra Inglaterra. Aunque el apoyo al equipo nacional de fútbol también es significativo, la simultaneidad de ambos eventos generó una polémica inevitable. Especialmente porque ni la Reina Letizia ni la Infanta Sofía tenían compromisos en su agenda que les impidieran asistir al partido de Alcaraz en Londres.
«La presencia en Berlín era importante, sin duda, pero era perfectamente posible distribuir la representación de la Familia Real en ambos eventos», comentó un analista deportivo en una tertulia radiofónica. «La ausencia total en Wimbledon envía un mensaje desafortunado, especialmente cuando recordamos que el Rey Juan Carlos I solía asistir regularmente a los partidos de Rafael Nadal.»
Las redes sociales se llenaron rápidamente de comentarios y críticas hacia la Casa Real. «¿Dónde está el apoyo a nuestros deportistas? Dejan solo a Alcaraz en un momento tan crucial», tuiteó un aficionado. Otros destacaron la importancia simbólica de la presencia real en eventos de tal magnitud, recordando cómo el apoyo de la realeza puede elevar la moral de los atletas y reforzar su reconocimiento internacional.
Las comparaciones con la época del Rey Juan Carlos I con Felipe VI fueron inevitables. El exmonarca, a pesar de los numerosos escándalos que han manchado su reputación en los últimos años, era conocido por su asidua presencia en los partidos de Rafael Nadal, mostrando un respaldo incondicional al tenista mallorquín. La falta de un gesto similar hacia Carlos Alcaraz ha sido vista como una oportunidad perdida para fortalecer los lazos entre la Casa Real y el deporte español.
Felipe VI, (casi) siempre con el deporte
La polémica ha abierto un debate sobre el papel de la Casa Real y Felipe VI en el apoyo a los deportistas españoles porque siempre ha sido máximo y es curioso que en este caso nadie acudiera a Londres. En un momento en que figuras como Carlos Alcaraz están alcanzando niveles históricos de éxito, muchos consideran esencial que la realeza muestre un respaldo claro y visible. Este incidente podría llevar a una revisión de las prioridades y estrategias de la Casa Real en relación a su participación en eventos deportivos.
«El apoyo a nuestros deportistas debe ser una prioridad. No se trata solo de estar presentes, sino de mostrar un compromiso real con quienes representan a España en el mundo,» concluyó un destacado periodista deportivo en un artículo de opinión en referencia al viaje de Felipe VI a Berlín y a la ausencia de Letizia en Londres.
Mientras tanto, Carlos Alcaraz, a pesar de la ausencia real, demostró una vez más su extraordinario talento y determinación en la pista, ganándose el respeto y la admiración de aficionados en todo el mundo. Su actuación en Wimbledon ha consolidado su lugar en la élite del tenis mundial, y muchos esperan que en futuras ocasiones cuente con el respaldo que merece desde las más altas esferas del país.