El renombrado productor musical Nacho Cano fue detenido el martes por la Policía Nacional, acusado de contratar a inmigrantes en situación irregular para su popular musical Malinche, que se presenta en Madrid desde 2022. Según fuentes policiales, Cano está siendo investigado por presuntos delitos contra los derechos laborales y por favorecer la inmigración irregular. Tras ser interrogado, Cano fue puesto en libertad con cargos y está a la espera de una citación judicial.
En su defensa, el músico madrileño ha atribuido su detención a su apoyo a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, insinuando que se trata de una maniobra política. Como ya han ido a por su novio, su hermano y su padre, el siguiente soy yo», declaró Cano, sugiriendo que su arresto es una distracción de otros asuntos, como la imputación de Begoña Gómez, esposa del presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
Ante esta situación, Isabel Díaz Ayuso no ha dudado en mostrar su apoyo incondicional a su amigo Nacho. «La presunta detención de Nacho y la posterior campaña de desprestigio que pretenden hacer con él es inaceptable», afirmó con determinación. «Su inmenso trabajo, como el de tantos directores, artistas y creadores, no puede verse embarrado porque la política así lo decida. La destrucción personal con fines políticos es simplemente estalinismo. No podemos callar y no callaremos», sentenció la presidenta, dejando claro su respaldo al productor en este momento crítico.
La relación entre Isabel Díaz Ayuso y Nacho Cano va mucho más allá de lo profesional y político, reflejando una conexión personal y una admiración mutua que ha crecido con el tiempo. Todo comenzó en 2021, cuando Ayuso otorgó a Nacho Cano la Medalla de la Comunidad de Madrid. Durante la ceremonia, Cano no escatimó en elogios hacia la presidenta, destacando su valiente decisión de mantener abiertos los teatros durante la pandemia.
Describió a Ayuso como una figura valiente y le atribuyó la revitalización del sector cultural en un momento crítico. En un gesto simbólico y conmovedor, Cano se quitó la medalla y se la impuso a Ayuso, afirmando que ella era quien realmente la merecía por su coraje y apoyo a la cultura.
La amistad entre ambos no se ha limitado a actos oficiales, sino que también han compartido momentos de ocio que han fortalecido su vínculo. Tres meses después de este significativo encuentro, Ayuso disfrutó de unos días de descanso en la villa de Nacho Cano en Ibiza. Allí, Cano la recibió en el avión y ambos fueron vistos cenando en un conocido restaurante mexicano de la isla.
Ayuso, al lado de Nacho Cano
Ayuso ha sido una de las principales impulsoras del espectáculo de Nacho Cano, contribuyendo a que se hiciera realidad en un espacio de la Comunidad de Madrid. En noviembre del año pasado, la presidenta asistió a la representación número 400 de Malinche, musical que también había presenciado en su estreno en septiembre.
Además de recibir una ovación del público, fue homenajeada por Cano, quien la comparó con Isabel la Católica. Hace 500 años hubo una reina, una mujer, la acción de una sola persona, inteligente, con mando, que reunificó lo que hoy es una nación y le dio el dinero a Colón para que descubriera América y ordenó que se cristianizara a la gente para que no hubiese abusos. Ella se llamaba Isabel», expresó Cano, en un claro paralelismo con la presidenta.
También en mayo de este año, Ayuso asistió al estreno del musical de Nacho Cano, Ibiza Hippie Heaven, en el Teatro Pereyra, reafirmando su apoyo constante y la creciente cercanía entre ambos. La admiración es mutua y palpable. Ayuso ha elogiado públicamente a Cano, destacando su talento y éxito, y asegurando que su contribución trae empleo, sueldos y turismo a la región. En una ocasión, Cano, refiriéndose con humor al lema «me gusta la fruta» que Ayuso mencionó en el Congreso de los Diputados y que se convirtió en un símbolo de su campaña, afirmó que la presidenta era «la mujer que más ha hecho por el vegetarianismo en la historia de España».
Esta relación de apoyo mutuo y amistad sincera sigue creciendo, demostrando que Ayuso y Cano no solo comparten afinidades políticas, sino también momentos significativos de sus vidas personales.
Mientras tanto, la situación legal de Nacho Cano sigue su curso. La investigación en su contra ha generado un debate sobre la legalidad en la contratación de personal para producciones culturales y ha puesto en el centro de atención las políticas de inmigración y derechos laborales en España. Las próximas semanas serán cruciales para determinar el futuro judicial del productor y las repercusiones que este caso pueda tener en el ámbito político y cultural del país.