Después de la festiva graduación de Christian de Dinamarca, los reyes Federico y Mary han llevado a sus hijos pequeños, los mellizos Vincent y Josephine, de 13 años, hasta Groenlandia. Este viaje representa su primera visita oficial a este lugar desde que asumieron el trono el pasado enero.
Durante su estancia, los Reyes y sus hijos han explorado las maravillas naturales de Groenlandia. Esta isla, políticamente constituida como una nación constituyente del Reino de Dinamarca, tiene cerca del 80% de su territorio cubierto de hielo, lo que la convierte en la segunda mayor reserva de este tipo en el planeta, después de la Antártida. Equipados con ropa de montaña, gorros de lana, anoraks y buenas botas de senderismo, la familia real recorrió los tesoros naturales de Groenlandia. Disfrutaron de los impresionantes paisajes y también dedicaron tiempo a descubrir las tradiciones locales.
En su agenda oficial, los Reyes Federico y Mary atendieron varios compromisos sin sus hijos. En Pituffik y Qaamaaq, la bienvenida oficial fue dirigida por el exalcalde Jens Danielsen, la concejal Ane Qujaukitsoq y la presidenta del Inatsisartut (el Parlamento), Mimi Marlsen. Qaamaaq es conocida por ser la ciudad más septentrional de Groenlandia, y fue el punto de inicio y final de una expedición de Federico X en el año 2000, cuando aún era príncipe.
En Qeqertarsuaq, Federico y Mary se reunieron con los ciudadanos para tomar un café en el campo de fútbol de la ciudad. Más tarde, los príncipes Vincent y Josephine se unieron y demostraron sus habilidades con el balón. La familia del monarca tiene una gran pasión por los deportes.
Tras inaugurar una carrera de atletismo para los residentes de la isla, la reina Mary se atrevió a coger el balón y hacer algunos pases. Mostró su destreza en el fútbol, demostrando que pocos retos se le resisten. El lunes, la familia real se desplazó a Attu, donde fueron recibidos por la alcaldesa Ane Hansen y los miembros del consejo municipal. Durante su visita, recorrieron la iglesia, la escuela y la guardería del lugar.
Mientras la reina Mary recibía una cálida bufanda como obsequio, el rey Federico fue agasajado con el cráneo de una morsa tallado por un vecino. Mary de Dinamarca, curiosa como siempre, inspeccionó cada detalle de esta singular pieza. La visita a Groenlandia, que comenzó el 29 de junio y finaliza el 6 de julio, ha permitido ver a la Familia Real en un ambiente más relajado y natural, sin la rigidez de los protocolos habituales. Los Reyes se han mostrado muy atentos a sus hijos pequeños, evidenciando la gran conexión que tienen con ellos, como se puede ver en imágenes donde Mary abraza a Vincent.
Federico X y Mary Donaldson en Qeqertarsuaq
Vincent y Josephine, que ya han finalizado el curso escolar, se han convertido en los grandes protagonistas de esta visita. Sus hermanos mayores no se unieron al viaje, posiblemente porque tienen eventos privados con sus amigos, según el medio Billedbladet. La pequeña localidad de Qeqertarsuaq, con menos de 1.000 habitantes, se paralizó con la visita de la Familia Real. Federico y Mary, junto a sus hijos, visitaron la Estación Ártica y inauguraron un nuevo dispositivo de sonido diseñado para recoger información sobre la presencia de mamíferos marinos en la bahía de Disko.
La estancia de la familia real en Groenlandia ha sido una oportunidad única para verlos en un entorno diferente, explorando y aprendiendo juntos. Este viaje no solo subraya su compromiso con la conexión cultural y ambiental con Groenlandia, sino que también muestra una faceta más cercana y aventurera de la familia real danesa.
La visita concluirá el 6 de julio, y seguramente dejará una huella importante tanto en la familia real como en los habitantes de Groenlandia. Las experiencias y los recuerdos de este viaje fortalecerán los lazos entre la nación constituyente y el Reino de Dinamarca, destacando la importancia de la unidad y la colaboración en el reino.