Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, ha vuelto a captar la atención pública en una de sus visitas de campaña. Esta vez, no por sus habituales discursos, sino por un encuentro inesperado y lleno de humor con Borja Sémper, portavoz del PP, durante un paseo por una de las principales calles de la ciudad.
El episodio, digno de una comedia de enredos políticos, se produjo cuando Yolanda Díaz se encontró con Sémper y, en un gesto espontáneo, le plantó un beso afectuoso en la mejilla. Lo que parecía un simple saludo pronto se transformó en una situación hilarante: el pintalabios de la vicepresidenta dejó una notable marca en el rostro del político popular.
Sin perder su habitual sentido del humor y naturalidad, Yolanda Díaz sacó rápidamente un pañuelo para limpiar el rostro de Sémper, generando una escena inolvidable. La interacción entre dos figuras políticas de ideologías opuestas, compartiendo un momento de complicidad y diversión, no pasó desapercibida. De hecho, el incidente se volvió rápidamente viral, con una avalancha de interpretaciones y comentarios humorísticos en medios y redes sociales.
La reacción de Bárbara Goenaga, actriz y pareja de Sémper, añadió un toque adicional de humor a la situación. Goenaga, conocida por su papel en la serie ‘Amar es para siempre’, compartió fotos del curioso momento, bromeando sobre la preferencia de que los políticos se toquen amistosamente en lugar de protagonizar altercados en el Congreso. Con sorna, comentó: «Ya te entiendo, Yolanda, ya te entiendo», insinuando que ella también aprecia a su pareja.
Además, Goenaga respondió con un breve vídeo a los comentarios que le aconsejaban tener «cuidado» con su pareja, enfatizando que Sémper es quien debe estar atento. Con un tono despreocupado, restó importancia a la anécdota y destacó la normalidad de las interacciones amistosas entre políticos, intentando desdramatizar la situación. «Ojo tendrá que tener él y si se va un favor que me hace», expresó entre risas, buscando aliviar la carga mental que muchas mujeres enfrentan, ironizando: «lo que nos faltaba».
En cuanto a sus vidas personales, los protagonistas de esta anécdota tienen historias amorosas bien distintas. Borja Sémper disfruta de una sólida relación con Bárbara Goenaga en Madrid. Se conocieron en el verano de 2015 en San Sebastián, gracias a amigos en común. Por entonces, Sémper acababa de terminar una relación con una conocida presentadora de televisión, mientras que Goenaga venía de una historia con un periodista. La pareja ha construido un hogar con dos hijos en común, además de Pablo, el hijo mayor de Sémper, fruto de una relación anterior con María Azcárate, hija de un influyente empresario vasco.
Yolanda Díaz, divorciada
Por su parte, Yolanda Díaz ha tenido un rumbo diferente en su vida sentimental. El pasado 3 de febrero, anunció su separación de Andrés Meizoso después de veinte años de matrimonio. Su unión se celebró el 15 de noviembre de 2004 en una íntima ceremonia civil en el centro cultural Torrente Ballester de Ferrol, donde Yolanda Díaz hizo una entrada memorable con un vestido rojo. Juntos, criaron a su hija Carmela, nombre elegido en honor a la madre de Yolanda, quien comparte con ella la admiración por la talentosa Taylor Swift.
El curioso encuentro entre Yolanda Díaz y Sémper no solo ha dado lugar a un sinfín de comentarios y memes en las redes sociales, sino que también ha mostrado un lado más humano y desenfadado de la política. En tiempos donde las tensiones políticas suelen dominar el escenario público, este tipo de situaciones pueden ofrecer un respiro y recordar a la ciudadanía que, más allá de las diferencias ideológicas, los políticos también pueden compartir momentos de humor y camaradería.
Este episodio, inmortalizado en imágenes y videos que han recorrido todo el país, subraya la importancia de la espontaneidad y el humor en la vida pública. En un panorama político muchas veces marcado por la confrontación, momentos como el vivido por Díaz y Sémper pueden servir para acercar a los políticos a la gente, mostrando que, a pesar de las diferencias, también comparten la capacidad de reírse y de ser parte de anécdotas que quedarán en la memoria colectiva.
Así, mientras la campaña sigue su curso y los políticos continúan con sus agendas, este encuentro en Santiago de Compostela con Yolanda Díaz como protagonista se quedará como un recordatorio de que la política también puede tener sus momentos ligeros y humanos.