Tamara Falcó e Iñigo Onieva están a punto de cumplir su primer año de casados. A pesar de lo que podía parecer en un primer momento, la pareja ha conseguido superar las adversidades y seguir creciendo en su historia de amor. En medio de muchos proyectos profesionales y en uno de los momentos más dulces de su vida, la Marquesa de Griñón ha querido hacer balance y repasar cómo ha sido esta primera etapa del matrimonio.
3Cómo resuelven las adversidades
A pesar de estar en un momento dulce, Tamara Falcó reconoce que también tiene que hacer frente a situaciones incómodas. Como las discusiones, que para la colaboradora es fundamental solucionarlas lo antes posible: “Cuando estoy cansada, todo me resulta un mundo y todo me crispa. Sin embargo, después de dormir, se me pasa”. Sobre lo que cambiaría de su matrimonio, prefiere responder de forma ambigua: “Uy, muchísimas cosas, pero aún sigo como en la fase de luna de miel… Estoy un poco en la nube”, dejando que se queda con la parte positiva.
La convivencia no está siendo un impedimento en su matrimonio. Tamara Falcó asegura que Iñigo Onieva responde en las tareas del hogar y que le pondría un 9’5 de nota como marido. El empresario se ha convertido en un compañero perfecto para ella y es normal que se planteen nuevos pasos en su relación. La pregunta más extendida es cuando se convertirán en padres, ya que la pareja ha repetido en varias ocasiones la ilusión que les hace tener un hijo juntos.