El renombrado tenista Rafa Nadal y su esposa Xisca Perelló celebraron el bautizo de su primer hijo, también llamado Rafa, en una íntima ceremonia en la localidad de Manacor. El evento tuvo lugar este pasado domingo en la iglesia de Crist Rei, un templo emblemático de la ciudad natal de Nadal, y se llevó a cabo con la mayor discreción posible.
El pequeño Rafa Nadal Perelló nació el 8 de octubre de 2022 en una clínica de Palma, y desde entonces, la pareja ha mantenido su vida familiar en un perfil bajo, protegiendo la privacidad de su hijo. La ceremonia de bautizo, planeada con antelación, fue inicialmente conocida por la revista local 07500, que había revelado que la familia había reservado el templo para el 16 de junio. Sin embargo, la fecha no se confirmó oficialmente hasta que las puertas de la iglesia finalmente se abrieron para el evento familiar.
Contrario a lo que suele ser la tradición, el bautizo no incluyó una misa completa. La familia Nadal-Perelló optó por un acto más sencillo y privado, limitado a familiares cercanos y amigos íntimos. Se contó con la presencia de una fotógrafa profesional contratada por la familia para inmortalizar el momento, respetando la intimidad del evento.
Cabe destacar que el bautizo no fue oficiado por el párroco habitual de las parroquias de Manacor, Antoni Amorós, sino por el diácono Lluís Florit, quien tuvo el honor de llevar a cabo la ceremonia. Hay que recordar que si no hubo misa fue porque un diácono puede bautizar, bendecir matrimonios, asistir a los enfermos con el viático, celebrar la liturgia de la Palabra, predicar, evangelizar y catequizar. No puede, a diferencia del sacerdote, celebrar el sacramento de la Eucaristía, confesar o administrar el sacramento de la unción de los enfermos.
Rafa Nadal, conocido por ser extremadamente reservado respecto a su vida personal, ha hecho contadas menciones públicas sobre su paternidad. No obstante, en 2023, durante una charla en Movistar+ con el periodista Juanma Castaño, el tenista habló abiertamente sobre la experiencia de ser padre. En ese momento, Nadal se encontraba alejado de las canchas debido a una operación de cadera y psoas, lo que le permitió disfrutar de su vida familiar de una manera que nunca había podido experimentar antes.
«He estado en familia y he disfrutado este tiempo. He estado de vacaciones fuera de casa. He vuelto a trabajar hace poco. Necesitaba desconectar», confesó el tenista mallorquín, subrayando la importancia de este periodo para su bienestar emocional y físico. Durante esta charla, Nadal compartió una anécdota entrañable sobre su hijo, quien ya había tenido su primer contacto con el mundo del tenis al sostener una raqueta diminuta. «Pero de la misma manera que le parece divertida una cuchara», bromeó Nadal, demostrando su característico sentido del humor.
La noticia del bautizo ha generado un considerable interés mediático, no solo por la fama internacional de Rafa Nadal, sino también por la naturaleza privada de su vida familiar. Los detalles sobre la ceremonia y la elección de mantenerla en la más estricta intimidad reflejan la voluntad del tenista y su esposa de ofrecer a su hijo una infancia lo más normal y protegida posible, lejos del escrutinio público.
Rafa Nadal y la iglesia Cristo Rey
Manacor, la ciudad que ha visto crecer y brillar a Nadal, fue el escenario perfecto para este significativo evento. La iglesia de Crist Rei, con su arquitectura imponente y su ambiente solemne, proporcionó un entorno idóneo para la ceremonia. La discreta pero emotiva celebración del bautizo de Rafa Nadal Perelló es un recordatorio de los valores familiares y tradicionales que la pareja valora profundamente.
El vínculo de Rafa Nadal con su tierra natal es indudable. A lo largo de su carrera, el tenista ha mostrado un compromiso inquebrantable con Manacor, apoyando diversas iniciativas locales y contribuyendo al desarrollo de la comunidad. Este bautizo, llevado a cabo en el corazón de su ciudad, simboliza no solo un evento familiar importante sino también una reafirmación de sus raíces y su conexión con la comunidad manacorina.
El bautizo del pequeño Rafa en Manacor representa un capítulo más en la vida personal de Rafa Nadal y Xisca Perelló, quienes continúan siendo un modelo de discreción y dedicación familiar. Mientras el mundo sigue atento a cada paso del tenista en su carrera profesional, momentos como estos destacan la importancia de la familia y la privacidad en la vida de figuras públicas. La ceremonia, aunque sencilla, fue un reflejo auténtico de los valores y el amor que definen a la familia Nadal-Perelló.