Kiko Hernández utiliza el foco de ‘Ni que fuéramos’ para reclamar deudas pasadas

Kiko Hernández
Kiko Hernández

Kiko Hernández habla claro

Kiko Hernández es uno de los protagonistas del nuevo ‘Ni que fuéramos Shhh…’ y aprovecha este momento de visibilidad para poner en palabras viejos rencores y deudas no saldadas. El colaborador de televisión denuncia al Ayuntamiento de Vejer de la Frontera por un impago y abre un nuevo espacio para presionar a sus deudores.

Hace 14 meses Kiko Hernández estuvo involucrado en una representación de la obra Bodas de sangre, de Federico García Lorca, en dicha localidad. Pese a que todo salió tal cual se esperaba por parte del municipio, él todavía no ha cobrado lo correspondiente a su actuación. Tampoco sus compañeros. Ahora lo hace público para intentar cambiar esta situación.

La petición desesperada de Kiko Hernández

Kiko Hernández, conocido por no tener pelos en la lengua, no duda en poner en palabras una petición bien clara. Por favor, a Cultura y al Ayuntamiento de Vejer, haced el favor de pagar una factura de hace ya casi 14 meses. Los actores también comen, desayunan y cenan». Luego, explica que «el mundo del actor es muy complicado» y trata de conseguir la empatía de los oyentes para que se pongan de su lado.

Aunque el presentador no ha especificado el monto de la deuda no ha dudado en hablar sobre ella evidenciando al Ayuntamiento que todavía no se ha dignado a pagarle ni a él ni a ninguno de sus compañeros. Un hecho que, lamentablemente, cada vez experimentan con mayor frecuencia las personas dedicadas al mundo de la cultura. De este modo, Hernández defiende su dignidad y la de sus compañeros.

La advertencia para hundir al Ayuntamiento

Pero Kiko Hernández no se queda ahí, se juega todas sus cartas y advierte a otros profesionales que no acepten trabajar con este Ayuntamiento. «Los actores que vayan para allá, que no vayan, que no les van a pagar». Sus palabras son contundentes y aunque lo que intenta es meter presión al Ayuntamiento podría estar metiéndose en un lío legal.

Su enfado lo lleva a dar la cara por sus compañeros exigiendo que se solucione el problema. «Yo no tengo problemas económicos pero hay algunos de mis compañeros que sí, y que necesitan ese dinero para vivir». Luego cuenta que desde Cultura llevan un tiempo largo diciéndoles que les pagarán, «hace cuatro meses me dijeron que me iban a pagar y aún sigo esperando», concluye.