El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, junto a su marido Gorka Arotz, asistieron a una de las fiestas más exclusivas de Madrid, organizada por el empresario Antonio Fournier Conde. El evento tuvo lugar en el espectacular ático de 250 metros cuadrados de Fournier, ubicado en el selecto barrio de Salamanca, y reunió a lo más granado de la sociedad madrileña, incluyendo aristócratas, políticos y artistas. Sorprendentemente, en esta exclusiva fiesta no se sirvieron champán ni cava, sino la tradicional sidra El Gaitero.
Antonio Fournier, un nombre prominente en el mundo empresarial, ha sido presidente de Intelcorp Afci desde 2006, presidente de la Junta Asesora de Llorente & Cuenca, una de las principales consultoras de comunicación en España y Latinoamérica, y presidente de Intelsynet desde 2017. A su evento asistieron personalidades destacadas como el príncipe Ernesto de Hannover y su pareja Claudia Stilianopoulos, hija de la reconocida socialité Pitita Ridruejo; el exdirector del CNI, Félix Sanz Roldán; y el músico y pintor José María Cano, hermano de Nacho Cano de Mecano.
La reunión a la que acudió Marlaska también contó con la presencia de Julio Ayesa, el nieto de Nelson Mandela, Zondwa; la jefa de la delegación turca y la periodista Carmen Duerto, quien estaba entre los invitados. Además, destacó la presencia de Irini Fournier, hija del anfitrión y ahijada de la princesa Irene de Grecia, nacida del matrimonio de Fournier con su exesposa, la millonaria griega Ionna Vardinoyannis.
El ministro Grande-Marlaska, conocido por su elegancia y estilo, asistió junto a su marido Gorka Arotz, con quien contrajo matrimonio en 2005 tras la aprobación de la ley del matrimonio homosexual en España. Sin embargo, Carmen Duerto, periodista presente en el evento, expresó su desilusión con la elección de calzado del ministro, comentando que «no estuvo a la altura». A pesar de la crítica, Duerto mencionó que su comentario fue hecho desde el respeto y la admiración.
Entre los políticos presentes, al margen de Marlaska, se encontraba María Elvira Rodríguez Herrer, economista y miembro del Partido Popular, quien fue ministra de Medio Ambiente con José María Aznar. Rodríguez asistió con su esposo, John Ernest Medcalf, quien fue Consejero Delegado en España de la multinacional norteamericana Emerson Process Management, SL.
También se mencionó la presencia de dos políticos de Vox, uno del PSOE y un independentista, cuyos nombres no fueron revelados por Duerto. La periodista resaltó que estas fiestas de Fournier son un «ejemplo de Concordia (con mayúsculas)», donde el diálogo y la estrategia predominan, y la ausencia de móviles permite una interacción más auténtica.
Otro invitado destacado fue Félix Sanz Roldán, exdirector del CNI, y Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, quien ha sido seleccionada para integrar el prestigioso Órgano Consultivo de Alto Nivel sobre Inteligencia Artificial de las Naciones Unidas.
El evento también contó con la presencia del músico y pintor José María Cano, conocido por sus obras que se venden por elevadas sumas de dinero. Un ejemplo notable es la venta de su cuadro ‘Steve Jobs II’ en Hong Kong por 350.000 euros. Cano, quien es comparado con artistas como Warhol y Zurbarán, ha expuesto en grandes museos y sus obras decoran las casas de los millonarios más entendidos.
Marlaska y Ernesto de Hannover
Claudia Stilianopoulos, una reputada artista y su pareja, Ernesto de Hannover, también asistieron al evento para dar cuenta de la diversidad de personajes ya que no tienen nada que ver con un terrenal Marlaska. Aunque Ernesto y Carolina de Mónaco llevan separados desde 2008, aún no se han divorciado, manteniendo así el título nobiliario de ‘Alteza Real’ para Carolina y apoyando a su hijastro Ernesto Jr. en la disputa judicial por la herencia de la Casa Real de Hannover.
Finalmente, entre los invitados estuvo Julio Ayesa, conocido por su relación con la jet set internacional y su amistad con el rey Juan Carlos I. Ayesa, rico de cuna y diplomático, ha tenido una vida llena de conexiones con personalidades como John F. Kennedy y la familia de Nicolás Sarkozy.
La fiesta de Antonio Fournier se destacó no solo por su exclusividad sino también por la diversidad y relevancia de sus invitados como Grande-Marlaska, reafirmando su estatus como uno de los eventos sociales más importantes de Madrid.
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