A escasos días de que acabe un nuevo curso escolar, son muchas las familias que están planteándose diferentes opciones para que los pequeños de la casa estén entretenidos durante las vacaciones de verano mientras sus padres todavía tienen que trabajar. Una de las más demandadas, un campamento de verano -cada vez hay más tipos, especializados en idiomas, en deportes o en actividades al aire libre- en el que los niños no solo aprenderán cosas nuevas mientras disfrutan, sino que harán nuevos amigos y ganarán en seguridad y autonomía.
La importancia de los campamentos de verano para el desarrollo infantil
En una reciente entrevista, Ana Herrero, Coordinadora del Bienestar del Alumnado y psicóloga y orientadora en Brains International School, ha compartido sus reflexiones sobre los beneficios y consideraciones de enviar a los niños a este tipo de campamentos.
La edad ideal para enviar a los pequeños a un campamento depende de cada niño, pero normalmente a partir de los 6-7 años tienen suficiente autonomía para enfrentar este desafío, aunque factores como si el niño ha pasado previamente algunas noches fuera de casa -con amiguitos o con otros familiares que no sean sus padres- y cómo lo han llevado puede ayudar a las familiar a tomar esta decisión.
Independientemente del tipo de campamento, los niños desarrollarán independencia, autonomía personal y habilidades sociales. Estas son necesarias para una buena autoestima y confianza en sí mismos. Existen muchos tipos de campamentos que se adaptan a las necesidades e intereses de cada niño, incluyendo campamentos de idiomas, naturaleza, deportes, multiaventura y música.
Consideraciones importantes al elegir un campamento de verano
Cuando se trata de elegir un campamento, Herrero aconseja a los padres que tengan en cuenta la edad y las necesidades del niño, el tipo de campamento y su duración.
Si un niño se resiste a ir a un campamento, uno de los consejos que se pueden compartir es hablar sobre las cosas divertidas que encontrarán allí, abordar sus miedos y recordarles que no estarán solos ya que los monitores siempre estarán disponibles para ayudar.
Para los niños que tienen dificultades para socializar, un campamento de verano puede no ser la solución, pero también puede proporcionar una oportunidad para desarrollar nuevas habilidades sociales y de comunicación. Sin embargo, es importante informar a la organización del campamento sobre las características personales del niño para que un monitor pueda proporcionarle el apoyo y el cariño necesario hasta que se sienta a gusto e integrado.
Superando los miedos y las dificultades al enviar a los niños a campamentos
También es importante tener en cuenta el rechazo de algunos niños a ir a campamentos. Esto puede deberse a la idea de tener que dormir fuera de casa, que es solo una señal de las dificultades que tiene un niño para separarse de la familia.
Otros factores podrían ser estilos de crianza sobreprotectores que generan inseguridad y falta de autonomía, o la personalidad del niño. En estos casos, es importante informarles con tiempo de nuestra idea de que vayan a un campamento este verano, involucrándose en la elección del tipo de actividades que les pueden gustar más, y enfocándose en algo positivo.