La reconocida modelo y actriz Mar Flores y el afamado arquitecto Joaquín Torres se encuentran en medio de una intensa disputa legal que ha captado la atención mediática. El juzgado de primera instancia número 3 de Madrid ha admitido a trámite la demanda interpuesta por Flores contra Torres, a raíz de unas declaraciones que él realizó en un programa de televisión, calificándola como «cortesana».
El conflicto se originó en octubre de 2023, poco después del fallecimiento del empresario Fernando Fernández Tapias. En aquellos días, Mar Flores realizó varias declaraciones a medios de comunicación, entre ellos al programa «Es la Mañana de Federico«. Durante sus intervenciones, Flores mencionó: «Retomamos nuestra amistad hasta hace poco que nos cortaron la comunicación». Esta afirmación resurgió viejas controversias, ya que Flores y Fernández Tapias mantuvieron una relación sentimental en la década de los noventa, relación que terminó de manera tumultuosa tras la publicación de unas polémicas imágenes.
En respuesta a estas declaraciones, Joaquín Torres, durante una entrevista en el programa «Y ahora Sonsoles«, emitió comentarios que encendieron la controversia. «Merece todo mi rechazo, una oportunista terrible. Se burló de él en las revistas. Si hay un perfil de cortesana en este país es Mar Flores», afirmó el arquitecto, generando una ola de reacciones en los medios y en las redes sociales.
La demanda presentada por Mar Flores se centra en la calificación de «cortesana» que Torres utilizó para describirla. En el documento legal, los abogados de la modelo argumentan que estas expresiones constituyen «juicios de valor despectivos y denigrantes» que no pueden ampararse bajo la libertad de expresión. «Doña Mar Flores Caballero ha sufrido intromisión ilegítima en su derecho al honor por las manifestaciones divulgadas por el demandado. Decirle ‘cortesana’ en este país a Mar Flores ya traspasa lo tolerable», señala la demanda.
Además, el equipo legal de Flores subraya que no existe una relación personal o profesional entre ella y Torres que justifique tales declaraciones. «Mar Flores no entiende la inquina del arquitecto con ella ya que ni siquiera se conocen», recalca el documento.
Mar Flores solicita en su demanda que Joaquín Torres sea condenado por intromisión ilegítima en su derecho al honor y que se le imponga una indemnización por daños morales de 15.000 euros. Además, exige que Torres asuma las costas del proceso judicial y se le obligue a divulgar la sentencia en medios de comunicación, buscando con esto una reparación pública del daño causado a su reputación.
Este caso plantea un debate relevante sobre los límites de la libertad de expresión frente al derecho al honor. La defensa de Joaquín Torres probablemente argumentará que sus declaraciones se enmarcan dentro de su derecho a expresar opiniones personales, especialmente en un contexto mediático. Por otro lado, la representación de Mar Flores insistirá en que las palabras de Torres sobrepasaron los límites de lo tolerable y causaron un daño significativo a su imagen pública.
El juicio entre Mar Flores y Joaquín Torres promete ser un proceso mediático de alto perfil. La atención de los medios y del público está puesta en cómo se desarrollará este enfrentamiento legal y cuál será el veredicto del tribunal. La resolución del caso podría sentar un precedente importante en la jurisprudencia española sobre la colisión entre la libertad de expresión y el derecho al honor.
Apoyo a Mar Flores
El fallecimiento de Fernando Fernández Tapias, figura destacada del empresariado español, ha servido de telón de fondo para este enfrentamiento. Las declaraciones de Flores, que pretendían recordar su relación con Fernández Tapias, han derivado en un inesperado conflicto legal con Torres. Este último, conocido por su trabajo en la arquitectura y sus frecuentes apariciones en medios de comunicación, ha defendido su derecho a opinar, mientras que Flores busca justicia y reparación por lo que considera una afrenta a su dignidad.
A medida que se acerca la fecha del juicio, el caso entre Mar Flores y Joaquín Torres sigue acaparando titulares. La resolución de esta disputa legal será seguida de cerca no solo por los involucrados, sino también por figuras públicas y el público en general, quienes observan con interés cómo se equilibrarán los derechos fundamentales en juego.