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Las lesiones son una parte inevitable de cualquier deporte profesional, incluido el fútbol. Para algunos jugadores son sólo un obstáculo temporal, pero para otros son un golpe fatal que acaba con carreras prometedoras. Hoy recordamos a las estrellas del fútbol cuyo camino hacia la cima se vio truncado sin piedad debido a lesiones que les impidieron desarrollar plenamente su talento y potencial.
Los grandes se fueron demasiado pronto
Una de las historias más trágicas es la del destino de Marco van Basten. El legendario delantero holandés, tres veces ganador del Balón de Oro, se vio obligado a retirarse a los 28 años debido a una lesión. Van Basten nunca se recuperó del todo de la lesión que privó al mundo del fútbol de uno de los máximos goleadores según Mostbet.
Una suerte similar corrió el brasileño Tostao. El creativo delantero jugó un papel clave en el triunfo de la selección brasileña en el Mundial de 1970, pero un año después sufrió una grave lesión en el ojo que le obligó a retirarse a los 27 años.
La leyenda del Bayern, Uli Hoeneß, también se vio obligado a colgar las botas a los 27 años tras sufrir una grave lesión en la rodilla. Y Ole Gunnar Solskjaer, el héroe de la final de la Liga de Campeones de 1999 para el Manchester United, no pudo recuperarse de una cirugía menor de rodilla y puso fin a su carrera como jugador en 2007.
Estrellas apagadas por lesión
Las lesiones no perdonaron a otros futbolistas famosos, obligándolos a poner fin prematuramente a sus carreras. Michael Richards, del Manchester City, se retiró del fútbol a los 31 años debido a lesiones en la rodilla. Pablo Aimar, el ídolo del joven Messi, también sufrió numerosas lesiones y se retiró del juego en 2015.
Sergio Agüero podría haber conseguido más si no fuera por los problemas cardíacos que le obligaron a retirarse a los 33 años tras trasladarse al Barcelona. Y Abou Diaby del Arsenal jugó sólo 18 partidos de media por temporada debido a numerosas lesiones.
Incluso las estrellas del fútbol mundial no estuvieron inmunes a las tragedias. David Silva se rompió el ligamento cruzado a la edad de 37 años y pronto anunció el final de una distinguida carrera. Y Gabriel Batistuta, uno de los mayores goleadores de la historia de Argentina, se vio obligado a colgar las botas por un dolor insoportable en el tobillo.
Jack Wilshere, “técnica española y corazón inglés”, como lo llamó Arsene Wenger, tampoco pudo escapar al destino de terminar su carrera a los 30 años debido a un sinfín de lesiones.
Las historias de estos grandes del fútbol son un triste recordatorio de la fragilidad de las carreras deportivas y de cómo las lesiones pueden arruinar sin piedad incluso a las perspectivas más brillantes. Sin embargo, su legado y contribución al juego serán recordados para siempre en la historia del fútbol.