‘Supervivientes’ es un programa extremo en el que los concursantes tienen que darlo todo. En ocasiones, la experiencia continúa una vez que termina. Las duras condiciones que tienen en Honduras provocan que su adaptación a la vida en España no sea fácil. En las diferentes ediciones, todos los participantes han ido confesando las secuelas que les ha dejado la experiencia, siendo en ocasiones muy preocupantes.
2Las consecuencias de ‘Supervivientes’ en el físico
Han pasado cinco años desde que Violeta Mangriñán participó en ‘Supervivientes’. Sin embargo, sigue arrastrando secuelas de su paso por Honduras. En sus redes sociales, ha mostrado cuál es el estado actual de sus piernas: “Tengo los tobillos destrozados”. En la fotografía que compartió, se veía como la parte cercana al pie estaba llena de marcas y la propia influencer admitía que era por el reality. La joven pedía consejo a sus seguidores, porque había probado muchas cremas y ninguna había tenido buenos resultados. Preguntaba por recomendaciones de algún láser.
Otra concursante que intentó quitarse las marcas en la piel de ‘Supervivientes’ fue Adara Molinero. La joven compartió en sus redes sociales que fue a un centro estético para eliminar el rastro de Honduras de sus piernas con este tipo de tratamientos. Sin embargo, no tuvo suerte y acabó con quemaduras muy preocupantes: “Me hicieron tres tipos de láser sabiendo que mi piel era delicada. Como él es un dermatólogo pensé que era normal lo que estaba haciendo. Al acabar los tres laser me empezó a arder la piel como si me hubieran puesto una plancha encima”, añadiendo una imagen en la que las marcas eran muy evidentes.
A día de hoy, meses después, Adara Molinero sigue curándose las marcas que tiene en las piernas de ‘Supervivientes’. El centro estético sigue defendiendo que es parte del tratamiento y que la joven no estaba siendo sincera con su testimonio. En declaraciones a La Vanguardia, la clínica estética ha explicado: “En todo momento hemos intentado contactar para intentar solucionar el resultado que hemos tenido. Intenté ir con ellos al hospital porque sí que la vi afectada y no nos dejó acudir con ella. Nosotros, cuando un paciente se queja de una molestia, nunca lo tratamos como loco, porque la percepción es muy variable entre pacientes”. Además mantienen que han seguido en todo momento el procedimiento establecido.
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