Ángel Llàcer está fuera de peligro
Ángel Llàcer ya no sigue hospitalizado tras su ingreso a causa de la bacteria Shigella que contrajo cuando viajó a Vietnam este inverno. Esta afección le obligó a estar ingresado primero en Madrid, y después en Barcelona cuando de nuevo sintió los síntomas, el malestar fue en aumento y llegó a temer por su vida como él mismo ha declarado.
Carlos Latre ha querido tranquilizar a los seguidores del dramaturgo y les ha asegurado que se encuentra mejor: «Gracias a Dios está ya fuera de peligro, está fuera del hospital. No sé si podrá volver a Tu cara me suena porque le han mandado reposo, pero desde aquí le mandamos un beso. El cómico confirma que han estado muy preocupados por su salud.
Ángel Llàcer ha pasado un momento de salud muy complicado
Ángel Llàcer ha vivido los peores momentos de su vida cuando contrajo la bacteria que le ha tenido hospitalizado varios días y que ha preocupado tanto a sus amigos, Carlos Latre ha querido contar que su compañero ya se encuentra mejor, pero que por el momento no volverá a televisión.
Latre ha confirmado que siguen en contacto: «Hemos hablado casi a diario, cada día le enviaba por la mañana mi beso de buenos días, mi energía y le explicaba todo lo que íbamos a hacer ese día, y él me decía: -mira cómo es la vida, que yo estaba con Los Productores y Tu cara me suena, y de repente, la vida te da un giro y te replanteas muchas cosas-Una de ellas la amistad», añade su amigo Carlos.
Ángel Llàcer llegó a incorporarse a Tu cara me suena, pero tuvo que ser ingreasado
Ángel Llàcer regresó a Tu cara me suena, pero cuando salió de la grabación tuvo que ser hospitalizado debido a su estado de salud, el actor ha experimentado una realidad con la que no contaba y se ha replanteado muchas cuestiones que en el día a día pasan desapercibidas, su trabajo, la amistad y su futuro.
Los seguidores del presentador pueden estar tranquilos porque su vida ya no corre peligro, a partir de ahora veremos si continúa con su ritmo frenético de trabajo o decide tomarse la vida con más calma, nunca se sabe qué sorpresas tiene guardadas para nosotros el destino o la propia existencia. Nos alegramos de su recuperación.