Coincidiendo con su regreso a los ruedos para celebrar su 50 aniversario en el mundo del toro, José Ortega Cano se convierte en noticia por algo que nada tiene que ver con su faceta taurina. Las recientes declaraciones de Ana María Aldón en ‘Fiesta’ insinuando que su exmarido no cumplía con las obligaciones relativas a la manutención del hijo que tienen en común, José María (10), activaron las alarmas acerca de posibles problemas económicos. Y ahora es la revista ‘Lecturas’ la que destapa la complicada situación financiera a la que se enfrenta.
Según la publicación, Ortega está atravesando un momento delicado y su residencia familiar -un gran chalet situado en una exclusiva urbanización a las afueras de la capital- podría ser embargada. A raíz de diferentes inversiones que en algunos casos no habrían salido bien -como una finca para adiestrar perros, un restaurante en la costa levantina o una tienda de moda que regentó Gloria Camila en Sevilla- dos de sus empresas alcanzarían deudas cercanas al millón de euros.
Y como ha revelado el director de ‘Lecturas’ en ‘TardeAR’, Luis Pliego, la vivienda en la que reside el viudo de Rocío Jurado habría soportado varias notificaciones de embargo en los últimos tres años. La primera habría llegado en 2021 correspondiente a una deuda de 53.000 euros con el Ayuntamiento de Fuente del Fresno; la segunda, en 2023, sería de 62.000 euros por una deuda relacionada con festejos taurinos; y el tercer y último embargo podría deberse a una deuda contraída por un tercero al que el torero habría avalado en algún préstamo o proyecto.
Importantes problemas económicos que podrían estar detrás de la sorprendente decisión de Ortega de regresar a los ruedos a sus 70 años para torear varios festivales coincidiendo con sus bodas de oro en el mundo del toro. Una vuelta que le reportaría jugosos ingresos que podrían aliviar la delicada situación financiera a la que se enfrenta.
Un presunto embargo de su casa del que Ortega Cano se ha desmarcado completamente horas después de salir a la luz la noticia. El diestro llegaba a su domicilio bien entrada la noche después de haber disfrutado de una tarde de toros en Las Ventas y su reacción al preguntarle por sus problemas económicos no ha podido ser más significativa: «No sé de qué me habla» ha asegurado tranquilo, dejando en el aire si es cierto que arrastra varias notificaciones de embargo por deudas impagadas.