El Barça sigue haciendo historia en el fútbol femenino, sumando una nueva Copa de la Reina al destrozar a la Real Sociedad por un contundente 8-0 en el que estuvo presente la Reina Letizia que acudió al evento y tuvo que soportar algo a lo que está más acostumbrado Felipe VI: la pitada al himno nacional por parte de los aficionados del Barcelona y de la Real.
El duelo provocó el desplazamiento de miles de aficionados del País Vasco y Cataluña que no dudaron en ponerse en humillar al himno nacional, algo que Letizia encaró estoicamente sin inmutarse.
Letizia acudió al estadio de La Romareda a ver la final del torneo que lleva su nombre, algo que que hace Felipe VI y que antes hacía don Juan Carlos en los trofeos que llevan su nombre. Letizia se saltaba la cita desde hacía años y la última vez que se le vio en un partido de fútbol fue en la final del mundial femenino de Sídney donde Letizia sufrió en sus carnes a Luis Rubiales y su ataque machistorro.
A la reina Letizia el fútbol no le gusta demasiado y apenas va a los partidos a los que invitan a Felipe VI. De hecho, no se espera que vaya a Wembley a la final de la Champions que jugará el Real Madrid contra el Dortmund. Letizia se mostró algo molesta con la pitada al himno aunque no quiso hacer demasiados gestos.
Letizia disfrutó del partido, aunque tuvo sus momentos de aburrimiento como se puede ver en algunas imágenes. La obsesión por poner en valor a este deporte ha llevado a la RFEF a dotarle de la presencia de la reina Letizia en partidos con muy poca trascendencia como sucedió con esta final.
A Letizia se la pudo ver en el palco acompañada de la vicepresidenta primera de la RFEF, María Ángeles García Chaves a la que hizo numerosas preguntas sobre el fútbol femenino y otros detalles de la gran final.
1Letizia en la goleada del Barça
La reina felicitó a la capitana de las perdedoras, Nerea Izaguirre, dándole la mano igual que hizo con otras jugadoras del Barça como Putellas a la que recordaba de la final del Mundial que ganó España. El acto de entrega de la Copa de la Reina estuvo a la altura, pero la humillación a la jugadoras en la entrega de medallas fue otro esperpento más del desgobierno que hay en la RFEF.
El equipo femenino del Barcelona, con su arrollador 8-0 sobre la Real Sociedad, ha demostrado una vez más su indiscutible superioridad en el campo, reafirmando su estatus como un referente en el fútbol femenino. Las jugadoras de Jonatan Giráldez no dejaron espacio para dudas, ofreciendo un espectáculo de calidad y dominio que cautivó a los miles de espectadores que llenaron el estadio de la Romareda. La contundencia del marcador fue reflejo de una actuación perfecta, donde cada jugadora demostró su capacidad y destreza, dejando una huella imborrable en esta final de la Copa de la Reina.
A pesar del desenlace previsible, la Real Sociedad mostró una valentía encomiable al enfrentarse a un rival tan potente. Las donostiarras, a pesar de la adversidad, mantuvieron la moral alta y el espíritu combativo hasta el último minuto, ganándose el respeto y la admiración de la afición. Este partido, más allá del resultado, es un testimonio del crecimiento y desarrollo del fútbol femenino en España, evidenciado por la pasión y el entusiasmo de los seguidores de ambos equipos.
La presencia de la Reina Letizia en el palco de autoridades añadió un toque de glamour y solemnidad al evento. Aunque no es conocida por ser una apasionada del fútbol, su asistencia subraya la importancia institucional de la Copa de la Reina. Sin embargo, su aparente desinterés por el deporte rey contrastó con la emoción y entrega del público. La reacción de la Reina durante el partido y su interacción posterior con las jugadoras fueron momentos destacados, mostrando una faceta más humana y cercana de la monarca, aunque también evidenciando su incomodidad en un ambiente ajeno a sus preferencias.
La final de la Copa de la Reina no solo fue un triunfo contundente para el Barça, sino también una celebración del fútbol femenino y su creciente relevancia en el panorama deportivo español. La actuación de las jugadoras, la pasión de los aficionados y la presencia de figuras institucionales como la Reina Letizia son indicativos de un deporte que sigue ganando espacio y reconocimiento. Este partido será recordado no solo por el resultado, sino por lo que representa para el futuro del fútbol femenino en España.