El pasado jueves Javier Ungría se convertía en el último expulsado de ‘Supervivientes 2024’. Antes de abandonar Honduras y ser sorprendido por las cámaras a su regreso a España -esta noche reaparecerá en el plató de ‘Tierra de nadie’- el ex de Elena Tablada ha dicho adiós al reality confesando quién es su ganador y cuál de sus compañeros ha sido su mayor decepción.
Después de 70 días en condiciones extremas, el empresario se ha visto por primera vez en un espejo. Impactado por su aspecto de «náufrago» por su larga barba, Javier ha alucinado con su llamativo cambio físico. «Increíble. Ay, mi madre. Estoy alucinando. De piernas no he perdido tanto. Creo que habré perdido 8 o 10 kilos. De cara parezco un náufrago. Alucino» ha reconocido antes de disfrutar de su primera ducha de agua dulce y calentita tras su paso por la isla: «Dios mío una ducha. No sé lo que va a salir de aquí. No me creo este momentazo. Madre mía, por Dios, qué placer. Esto lo tenemos en el día a día y no lo apreciamos. No sé cómo explicar la sensación de la ducha, mira el color de la espuma» ha expresado emocionado.
Como se ha convertido ya en una tradición, Ungría también se ha puesto ‘morado’ con un banquete en el que no faltaban suculentos platos como croquetas, hamburguesa, batido de chocolate, patatas fritas… Un sueño hecho realidad del que ha dado buena cuenta tras más de dos meses comiendo tan solo arroz, pescado y coco.
Feliz por el concurso que ha hecho y por haber sido capaz de mantener su esencia y comportarse tal cuál es en su vida ‘real’ con su gente, el ex de Tablada se ha mojado y ha revelado quién es su ganador de ‘Supervivientes’. «Creo que debería ganar Gorka. Si nos ceñimos a Supervivientes y a lo que significa, es de largo el mejor» ha afirmado, confesando que el vasco es uno de los amigos que se lleva del reality junto a Arkano, Torres y Pedro García-Aguado.
En el lado contrario de la balanza, Miri y Marieta, con las que aunque le da pena no cree que vaya a tener una amistad fuera, y Kiko Jiménez, su mayor decepción como ha confesado sin pelos en la lengua: «Cuando le vi llegar a la palapa vi una persona que me creí su puesta en escena. Me parecía interesante, divertido, simpático, me cayó muy bien. Pero luego vi esa transformación brutal con la búsqueda del conflicto constante y no me gustó nada» ha sentenciado.
Menos hablador, pero con muy buen humor y una gran sonrisa ha llegado Javier a España esta madrugada. Como con el resto de concursantes expulsados, la organización de ‘Supervivientes’ le ha recibido a su llegada a Madrid con unos maxi auriculares y la música a todo volumen para que no escuchase las preguntas de la prensa y enterarse de lo sucedido durante su ausencia esta noche en el plató de Mediaset con Carlos Sobera.
«No oigo nada. Gracias por las horas pero no oigo nada. Chicos, es verdad que no oigo nada. Tengo música aquí y no oigo nada, así que no puedo decir nada, lo siento» ha afirmado de lo más risueño el empresario, que ha preferido no pronunciarse sobre su juicio con Elena Tablada por la custodia de su hija Camilla -que se celebró cuando él estaba en Honduras- ni desvelar si le gustaría tener un acercamiento con su exmujer.
Impasible y haciendo gestos a la cámara insistiendo en que los cascos no le dejaban escuchar nada, Ungría tampoco ha aclarado si en España podría tener una ‘cita’ con Laura Matamoros después de que la influencer confesase en el reality que es su tipo de hombre.