«God Shave the King»: así tituló The Times un artículo a principios de 2018, en una ingeniosa reconversión de la mítica salve a la Reina. En ese entonces, el Príncipe Guillermo dio la bienvenida al nuevo año despidiéndose de su cabellera, mostrando su cabeza completamente rasurada durante una visita a un hospital londinense. Allí, quiso respaldar la inserción de exmiembros de las fuerzas armadas en la plantilla del hospital.
Fue el peluquero oficial de Kate Middleton quien le aconsejó que se rapara la cabeza. Ante la propuesta del experto en belleza, el hijo de Carlos III dudó durante un tiempo, pero finalmente decidió llevarlo a cabo. Cuando el Príncipe Guillermo finalmente se decidió, fue el compañero del estilista, Joey Wheeler, quien acudió al Palacio de Kensington para ejecutar el corte ‘real’.
Desde entonces, esta no ha sido la única ocasión en la que Príncipe Guillermo ha optado por tomar las riendas de su situación capilar, atreviéndose a coger la cuchilla y afeitar por completo su cabeza. Esta decisión ha sido alabada en más de una ocasión por los medios británicos.
De hecho, cada acto público de la Casa Real británica no solo brinda la oportunidad de observar al establishment británico en su máxima pompa, sino que también permite apuntar nuestras miradas a cada novedad que presentan. Ya sean los posibles efectos secundarios de Carlos III en su tratamiento contra el cáncer, el desplante a su hijo Harry al no recibirlo en su viaje a Londres, o discutir el estado actual de la calvicie del Príncipe Guillermo.
1Príncipe Guillermo y el injerto de pelo
A sus 41 años, muchos tabloides señalaban que el Príncipe Guillermo era el candidato ideal para un trasplante de pelo. Sin embargo, eso parece haber cambiado, y ahora muchos especulan que el heredero de la corona británica ha perdido la oportunidad para someterse a uno. Este tipo de tratamientos generalmente implican tomar folículos de un área donante –a menudo, el cuero cabelludo de la nuca o los laterales– e injertarlos en las áreas de cabello debilitado.
Para ser un candidato adecuado, es fundamental tener suficiente cabello donante sano para lograr los resultados deseados. Esta es la principal razón por la que algunos expertos descartan que el hijo mayor de Lady Di pueda someterse a este tipo de operación, ya que sus áreas donantes no parecen ser efectivas.
Otro factor que podría haber influido en su decisión de no someterse a un trasplante capilar es la estabilidad de la caída del cabello. La caída del cabello debe haberse detenido o disminuido significativamente antes de considerar una cirugía. Si la pérdida de pelo continúa progresando rápidamente, es posible que el trasplante no sea efectivo y que los nuevos folículos no se arraiguen adecuadamente.
Otros, sin embargo, apuntan a una cuestión de protocolo real. Las reglas para los miembros de la Familia Real están fundamentadas en la historia y son claras sobre las prohibiciones a las que están sujetos. No pueden firmar autógrafos, ni viajar sin llevar un traje negro por si necesitan vestir de luto, entre otras restricciones.
Además, no deberían tener cuentas privadas en redes sociales ni pintarse las uñas con colores estridentes. Por lo tanto, no sería descabellado pensar que también se les prohíban las operaciones estéticas evidentes, como un trasplante de cabello. Mostrarse excesivamente preocupado por su apariencia física en lugar de por asuntos políticos, económicos o monárquicos podría afectar negativamente la imagen del Príncipe Guillermo ante los británicos. Esto es especialmente importante en un momento en el que la corona enfrenta una crisis de credibilidad debido a la falta de transparencia sobre la enfermedad de Kate Middleton.
La decisión del Príncipe Guillermo de afeitarse la cabeza en lugar de optar por un trasplante capilar puede haber sido influenciada tanto por consideraciones personales como por restricciones protocolarias. Su determinación a adoptar una imagen más natural y menos preocupada por la apariencia física podría ser vista como una forma de conectar mejor con el público y mostrar una faceta más real y humana.
En última instancia, esta elección refleja una postura más moderna y pragmática dentro de la realeza británica, destacando la importancia de aceptar los cambios naturales con dignidad y autenticidad. La decisión del Príncipe Guillermo de no someterse a un trasplante capilar y optar por un look más sencillo podría servir de ejemplo a muchos, mostrando que la verdadera realeza reside en la confianza y la aceptación de uno mismo.