Lali Espósito revoluciona Factor X
Lali Espósito vuelve a armar revuelo al llegar a ‘Factor X‘. Su vida privada no ha dejado de dar de qué hablar, pero ahora reaparece para convertirse en jurado de uno de los programas televisivos más importantes de España y acapara todas las miradas. Su idilio con Lola Índigo y su rifirrafe con Amaia Montero vuelven a ser noticia.
La cantante argentina será una de las integrantes del jurado de ‘Factor X’, que vuelve a la televisión a partir del 17 de abril, y será emitido por Telecinco. Además de Lali Espósito conforman el plantel de jueces Vanesa Martín, Abraham Mateo y Willy Bárcenas. La excolaboradora de ‘El Hormiguero’ acapara todas las miradas.
Una vida privada muy sonada
Allí por donde pase, Lali Espósito da mucho de qué hablar. Su vida profesional como cantante es ya conocida en España, después de que fuera la elegida para cantar el himno argentino en la final del Mundial de Fútbol de Qatar, y también porque ha hecho sus pinitos como actriz. Pero sobre todo se ha hecho un lugar por hablar sin tapujos.
Entre las cosas que nunca tiene reparo en contar se encuentran los datos de su vida íntima. Tanto es así que en ‘El Hormiguero’ contó anécdotas e incluso se atrevió a hablar de su sexualidad. «Me mentía un montón. No aceptaba un montón de cosas que me gustaban, que quería. Por ejemplo: que me gustaban las mujeres», expresó.
Su pelea con Amaia Montero
Espósito ha tenido varias parejas. La más reciente fue Lola índigo, con quien mantuvo un romance del que se habló muchísimo. De hecho, la cantante le dedicó la canción ‘N5’. También es sonado su pique con Amaia Montero, a quien se refirió en un vídeo en directo de una forma ofensiva y luego se disculpó por eso.
Amaia Montero fue cortante: «No nos conocemos en persona y lamento mucho que no hayas dicho en justicia todo lo que corresponde», expresaba la exvocalista de La Oreja de Van Gogh. «Sabes que he querido de buena fe, a través de nuestra compañía y de nuestros respectivos managers, hacer las cosas de la mejor manera posible». Y ahí se quedó la cosa.