Rafael Amargo, el renombrado bailaor español, ha experimentado su primer fin de semana en libertad provisional, desprovisto de medidas cautelares, luego de su salida el viernes pasado de la prisión de Soto del Real (Madrid). Sin embargo, su liberación no marca el fin de su odisea legal, ya que aún espera la sentencia del juicio por el delito contra la salud pública del que ha sido acusado. Con paso firme y palabras contundentes, Amargo no dudó en expresar su sentir tras su liberación.
Al abandonar el centro penitenciario, Rafael Amargo no escatimó en declaraciones, dejando en claro su postura y descontento con las circunstancias que lo llevaron tras las rejas. «Llevo tres años y medio callado. Voy a decir la verdad y toda la verdad de este delito provocado. Me han destrozado la carrera», afirmó con determinación, revelando la profunda huella que esta experiencia ha dejado en su vida y trayectoria profesional.
Sin titubear, Amargo dirigió sus palabras hacia figuras prominentes del ámbito político, mencionando al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y a su esposa, Begoña Gómez. Además, el bailaor no escatimó en señalar los negocios del padre de Gómez, Sabiniano Gómez, levantando controversia con sus declaraciones.
«¿Qué está pasando en el Gobierno? El pobre es muy malo porque tener poder es muy fácil abusar de él y creer que eres el rey del mambo. Tener poder es muy malo…», expresó Amargo, arrojando luz sobre su percepción de la situación política actual y las posibles implicaciones de tener autoridad.
Con una franqueza que no pasa desapercibida, el bailaor continuó desentrañando detalles que generaron un revuelo mediático. «Resulta que el chico que vivía en nuestra casa, que era un chico que se dedicaba a trabajar como escort, donde trabajaba era en la sauna de prostitución masculina del padre de la señora del presidente del Gobierno«, reveló, exponiendo una conexión inesperada que añade más capas de complejidad a su relato.
1Rafael Amargo paró por su bien
Sin embargo, consciente del alcance de sus palabras, Amargo decidió poner pausa a sus declaraciones, sugiriendo un cambio de tema con una nota de ligereza. «¿Qué quiero decir? Que vamos a hacer el favor de tomar el sol, que se está muy a gusto en la playa…», concluyó, desviando la atención hacia un tono más distendido.
La liberación de Rafael Amargo ha desencadenado un torbellino de opiniones y especulaciones en los círculos mediáticos y sociales. Su valentía al enfrentar públicamente las circunstancias que rodean su situación legal no solo evidencia su determinación, sino también plantea interrogantes sobre la transparencia y la equidad en el sistema judicial.
Mientras tanto, el mundo del arte y la cultura permanece expectante ante el futuro de este icónico bailaor, cuya pasión y talento han dejado una marca indeleble en la escena española e internacional. Con la esperanza de un desenlace justo y el deseo de retomar su carrera con renovado ímpetu, Rafael Amargo enfrenta un nuevo capítulo en su vida con valentía y determinación. El problema es que Amargo ha metido en este lío al propio presidente del Gobierno tras citar al padre de su mujer, Begoña Gómez, aunque sea de refilón y como dueño de una sauna gay. En los últimos tiempos, Begoña Gómez está en el ojo del huracán porque su nombre ha salido relacionado con varias tramas y beneficios a empresarios lo que puede llevarla ante el Congreso de los Diputados si así lo estima conveniente el Partido Popular que podría llamarla y sembrar un precedente sin igual en España.