Juan Carlos y Sofía se encuentran en la boda del alcalde de Madrid
Juan Carlos y Sofía llevan muchos años separados, más de los que podemos imaginar, pero en todos los actos oficiales siguen apareciendo juntos por cortesía de la Casa Real, a veces parece que es un ente con mucho más poder que los propios monarcas eméritos.
La ex-pareja mantiene en público una relación cordial, pero por lo que se sabe, Juan Carlos sigue viviendo en Abu Dabi y Sofía en Londres junto a su hermana. Lo cierto es que la boda del edil ha marcado un antes y un después en la familia real, ya que han tenido que reencontrarse en Madrid para celebrar la boda de la primevara.
Juan Carlos y Sofía sentados en taburetes en la boda del alcalde
Por extraño que parezca, la gente de la llamada alta sociedad se comporta exactamente igual que el resto de los mortales cuando vamos a una boda, por alguna razón relacionada con el cava, llega un momento en los enlaces que hasta el más descastado, termina con la corbata en la frente bailando la conga, solo faltó eso en la boda del edil, o no.
Juan Carlos y Sofía tuvieron que sentarse en unos taburetes altos e incómodos mientras los invitados a la boda bailaban como si no hubiese un mañana, ni siquiera en ese momento el vídeo de un incauto que no siguió el protocolo, puedo grabarlos juntos, ya que había otras personas sentadas en medio. Por lo visto la relación entre ellos es inexistente.
Juan Carlos y Sofía fingen tener una relación que no existe
Algunos periodistas de la prensa rosa afines a la monarquía se empeñan en escribir sobre la buena relación que tienen los reyes eméritos, pero la realidad es que no existe esa cordialidad y Sofía no ha querido posar en ninguna foto junto al que todavía es legalmente su marido. Pensamos que no ha podido perdonarle todas sus infidelidades.
Juan Carlos y Sofía están condenados a encontrarse en cada boda, bautizo o funeral, pero está claro que ninguno de los dos hará ningún esfuerzo en llevarse bien, la reina emérita ni siquiera se ha molestado en aprender bien nuestro idioma, por mucho que la veamos en la prensa, realmente apenas ha vivido en nuestro país en las últimas décadas. La vida sigue y por lo que se ve, la monarquía también.