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sábado, 23 noviembre 2024

Rubiales se va al Caribe: la vida oculta del Señor del fútbol caído en desgracia

Luis Rubiales no ha escrito todavía la última palabra de su vida en el fútbol. El que fuera dueño y señor del fútbol desde 2018 se enfrenta a una investigación por varios supuestos delitos cometidos durante su presidencia de la Real Federación Española de Fútbol hasta 2023 cuando tuvo que dejar el cargo de manera abrupta.

 

El beso a Jennifer Hermoso fue lo que provocó su salida. Detrás había un personaje siniestro que movió los hilos del fútbol español y, según la Guardia Civil, ha movido más dinero de la cuenta con destino al Caribe convertido en bitcoines.

La historia de Luis Rubiales es la de un jugador de fútbol mediocre. Un tipo que fichó por el Xerez después de decirle a su anterior equipo que tenía que rescindir el contrato obligatoriamente porque estaban amenazando a su mujer. Una mentira que benefició al equipo andaluz porque se ahorró el precio del traspaso.

Luis Rubiales

Padre de tres hijas que presentó en sociedad en la rueda de prensa de la infamia. El caluroso día de agosto de 2023 donde toda España esperaba su dimisión, pero no lo hizo. Rubiales repitió hasta siete veces «¡No pienso dimitir!» porque sabía que nada ni nadie podían sacarle de un entorno al que tenía atado y bien atado. Esas tres menores fueron utilizadas por Rubiales para frenar las ansías políticas que le prepararon una histórica cacería durante tres semanas.

 

De su mujer poco se sabe. La abogada Manuela Delicado no ha querido dedicar ni un minuto de su vida a aparecer en los medios para hablar del que fuera su marido. Ni para bien, ni para mal. De la vida sentimental conocida de Rubiales, Delicado no ha querido entrar pese a ser acusaciones graves las que se han hecho sobre el exdirigente español

La primera acusación fue de agresión por parte de la arquitecta que reformó su casa de Valencia. Yasmina Eid-Macchet presentó una denuncia contra el dirigente por una presunta agresión que la jueza encargada del caso desestimó, ya que no existió, tal y como quedó probado. Fue la primera vez que la opinión pública sabía algo de la vida privada de Rubiales y fue por una presunta agresión.

rubiales letizia

Meses después, Rubiales y Piqué negociaron llevar la Supercopa a Arabia. Aquel negocio olía mal, pero el Gobierno y, en concreto José Manuel Franco, protegieron a Rubiales porque le consideraban uno de los suyos y el contrapeso a Tebas, presidente de LaLiga y gran enemigo de Rubiales.

 

En aquella rueda de prensa vergonzosa donde Rubiales intentó dar explicaciones sobre los agujeros negros de aquel contrato, acabó inventando una historia rocambolesca donde su hermana se había caído sobre él cuando era apenas un niño y le había roto las dos piernas. Juan Rubiales, si tío y la garganta profunda que abrió las alcantarillas de Las Rozas, explicó meses después que no fue para tanto.

Luis Rubiales

Precisamente ese Rubiales, su tío Juan, hermano de su padre, imputado por las tramas socialistas en Andalucía, contó las tropelías del que fuera presidente de la RFEF en un chalet de Salobreja en plena pandemia donde acudieron unos cuantos dirigentes de la RFEF a trabajar, pero que acabó en una orgía donde aparecían chicas ligeras de ropa.

A ese momento de lujuria le seguiría otro donde Rubiales programó un viaje a Nueva York para hacer negocios con la liga norteamericana y que acabó con una pintora en un hotel de la Gran Manzana donde apenas salían para dar un paseo, como contó Juan Rubiales en los medios de comunicación.

 

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Rubiales, el baboso

Luis Rubiales

Tras eso llegó el beso a Jennifer Hermoso. Una imagen que dio la vuelta al mundo y que la izquierda española aprovechó para liquidar a su protegido para salvar la ley del sí es sí que llevaba más de 100 sentenciados por agresión a mujeres puestos en libertad. Detrás de aquello había un trato condescendiente a las jugadores y unos tocamientos públicos impropios cargando a algunas jugadoras sobre sus hombros con la mano en el muslo o con besos en el cuello a otras cuando entregaba las medallas de campeonas del mundo en Sídney.

Ahora Rubiales pasa los meses en Punta Cana abriendo restaurantes junto a otro exfutbolista, Nené, su gran conseguidor para mover sus negocios por el Caribe.