Arantxa de Benito ha regresado a la actualidad con más fuerza que nunca. Gracias a la participación de su hija Zayra en ‘Supervivientes’, la empresaria se está dejando ver y compartiendo más de su vida que en los últimos años. Ha sido una de las últimas invitadas en el programa ‘¡De viernes!’ para repasar su intensa vida, que tiene muchos más detalles sorprendentes de los que se imagina la audiencia.
3Su mediática relación con Guti
La vida personal de Arantxa de Benito ha sido muy comentada a lo largo de los años. Su relación con Guti disparó su presión mediática y la convirtió en uno de los personajes del momento. Se casó con el futbolista de 23 años en 1999, ella tenía 30. En todas sus apariciones públicas, se mostraban muy enamorados y felices. Una felicidad que puso el broche con el nacimiento de sus dos hijos en común: Aitor y Zayra. Su historia de amor dura diez años, entre rupturas y reconciliaciones continuas, y terminan por separarse de forma definitiva en 2009.
Para Arantxa de Benito, su divorcio de Guti fue un proceso muy complicado. En una entrevista en ‘La Noria’ explicó: “Me costó, y mucho, aceptar, asumir, superar y tirar para adelante. Me costó mucho tiempo, pero lo logré”. Los dos consiguieron rehacer sus vidas y en la actualidad no tienen relación: “No tenemos ningún contacto. Los hijos tienen una relación directa con su papi. Y ya son mayores. No, no tenemos comunicación”. Aunque ahora la relación es nula, hubo un momento en que fue bastante mala.
Arantxa de Benito cargó duramente contra Guti en una entrevista en ‘El Deluxe’. Para la empresaria, el futbolista no se había ocupado de sus hijos de la manera que debía hacerlo. Consideraba que había tenido muchos desprecios, especialmente con su hija con la que le costaba empatizar. También desmintió que tuviera mala relación con Romina, actual mujer de Guti, pero que no le había gustado cómo había actuado en algunas ocasiones: «Nosotras no tenemos ninguna guerra. No sé lo que ella tendrá, pero yo soy una mujer que amo la paz, busco la paz siempre. Entonces, nunca jamás entraré en guerras”, zanjó.