Cayetano Rivera está en un momento muy dulce. Su relación con María Cerqueira avanza y tienen muchos planes de futuro. No solo su amor de pareja se encuentra en un buen punto, también sus respectivas familias se ha adaptado a la relación y la disfrutan. Las comparaciones son inevitables y hay diferencias muy notables con la relación que mantenían con Eva González, especialmente en la actitud de los hijos.
4Cómo se lleva María Cerqueira con Lucía Rivera
La actitud de Lucía Rivera con la nueva pareja de su padre es radicalmente diferente a la que tenía con Eva González. Mientras que con la sevillana mantenía distancias y siempre buscaba lo mejor para su hermano, a la portuguesa le ha dedicado toda clase de halagos. Cuando le preguntaron qué opinaba de María Cerqueira, respondió: “Mi relación con María es… Me parece una mujer increíble, no tengo una mala palabra que decir sobre ella. Es alucinante”, muy ilusionada.
Lucía Rivera asegura que, aunque siempre se ha sentido bien con su situación familiar, ahora las circunstancias son más fáciles: “Desde que la vi me sorprendió porque todos sabemos que da un poco de miedo cuando una persona nueva entra en tu familia, a mí me dio bastante miedo pero la conocí y dije ‘¡qué tranquilidad!'», dejando la puerta abierta a especulaciones de cómo era su vida en común con Eva González.
María Cerqueira tiene dos hijos de edades muy similares a los de Cayetano Rivera. Mientras que el torero tiene a Lucía de 25 años y a Cayetano de 6, la portuguesa tiene a Kika de 22 y otro pequeño de 5 años. Además, las dos jóvenes comparten la profesión del modelaje, lo que ha facilitado la relación entre ellas.
Lucía Rivera estuvo en un evento trabajando junto a la hija de María Cerqueira y expuso la buena relación que tienen. La hija de Cayetano Rivera comentó: “Siempre dicen que los amigos son los de toda la vida y no estoy de acuerdo, hay personas que llegan en un momento determinado y son como si fuesen hermanas”. Lucía la definió como una chica muy trabajadora, educada y divertida” y celebró con ilusión tener una hermana a la que poder contarle confesiones.