Belén Esteban, conocida por muchos como la «princesa del pueblo», ha sido protagonista de una serie de intensos romances que han capturado la atención del público desde que cayó rendida ante las flechas de Cupido en 1995, quedando prendada de Jesulín de Ubrique, el célebre torero. Esta historia de amor, marcada por momentos de pasión y controversia, culminó con la llegada de su hija, Andrea, y una separación que resonó en todos los rincones del país.
En el Festival de cine de Málaga, Jorge Sanz, habló con la prensa por primera vez sobre las especulaciones de un posible romance con Belén Esteban. Sanz se enfrentó a la gran duda que siempre ha estado en el aire sobre un romance con Belén Esteban y confesó que «fuimos amigos y salimos juntos alguna vez, fantástica, vamos», pero un romance «no».
Jorge explicó que Belén «me parece una luchadora, una mujer que se ha hecho a sí misma y que se ha echado la vida a la espalda. A mí ese tipo de gente me cae muy bien», pero subrayó que nunca había sido pareja suya.
Sin embargo, el corazón de Belén siempre ha buscado el amor verdadero, y a lo largo de los años ha protagonizado cuatro grandes relaciones sentimentales que han dejado una huella imborrable en su vida. Jesulín de Ubrique, Dani DJ, Fran Álvarez, y su actual esposo, Miguel Marcos, han sido los hombres que han conquistado su corazón.
Tras varios desafíos amorosos, parece que Belén finalmente ha encontrado la estabilidad emocional al lado de Miguel Marcos, un discreto conductor de ambulancias que prefiere mantenerse alejado de los focos mediáticos. Su relación, además, ha sido bendecida por la armonía que comparte con la hija de Belén, Andrea.
Repasando su historial amoroso, es evidente que cada una de estas relaciones ha sido intensa y significativa en la vida de la princesa del pueblo.
3Fran Álvarez
En 2006, Belén encontró el amor en Fran Álvarez, un camarero con quien compartió momentos de alegría y complicidad. Su unión, sellada con un matrimonio en 2008, terminó cinco años después, dejando a ambos con recuerdos y una relación amistosa. Se comenta que esta relación fue la que condujo a la princesa del pueblo a caer en adicciones que le costaron graves problemas de salud años después y que en Sálvame siempre atribuían al azúcar como causa.