La muerte de Alejandro Echevarría, reconocido empresario y figura prominente en el ámbito de los medios de comunicación ha pillado de sorpresa al mundo empresarial. Echevarría, quien ocupó el cargo de presidente en Mediaset desde mayo de 1996 hasta abril de 2022, falleció a los 81 años en el hospital Urduliz-Alfredo Espinosa, ubicado en la localidad de Urduliz, en Vizcaya.
1Alejandro Echevarría y el golf
La noticia del fallecimiento ha causado sorpresa y consternación entre sus numerosos amigos y conocidos, quienes destacan la fortaleza de carácter de Alejandro Echevarría, a quien cariñosamente se le conocía como Alechu. A pesar de enfrentar desafíos de salud, caracterizados por altibajos, el empresario vasco siempre demostró una extraordinaria tenacidad para superar obstáculos.
Algunos de sus amigos, compartiendo su pasión por el golf, pudieron acompañarlo a principios de verano, donde evidenciaron su determinación pese a la dificultad de movilidad. Alejandro Echevarría, que iba en silla de ruedas, había relatado antes el incidente ocurrido durante un almuerzo en un restaurante del barrio de Salamanca, donde se atragantó y sufrió lesiones. Tuvo un percance cuando almorzaba en un restaurante del barrio de Salamanca. Se atragantó y uno de los escoltas, al intentar solucionar el percance, le rompió unas costillas.
La noticia apenas trascendió y solo se hizo eco de ella, una vez fallecido El Confidencial que la contó en la noticia donde se hablaba de su fallecimiento. Muchos profesionales que conocían esta situación se sorprendían de que hubiese sobrevivido a esa situación agónica, pero luego haya fallecido por otra situación tan diferente.
El empresario, con su humor, esperaba recuperarse pronto para retomar sus actividades habituales, como el golf, el seguimiento de los partidos de su amado equipo, el Athletic de Bilbao, y compartir su pasión por la gastronomía con su círculo cercano y su dedicación a la familia.
Casado con Alicia Estivariz, su compañera de toda la vida, Alejandro Echevarría formó un sólido equipo según quienes los conocían de cerca. Durante los veranos, la familia se trasladaba a su chalet en Marbella, en la zona de Aloa, donde disfrutaban de momentos de tranquilidad junto a sus tres hijos y cuatro nietos en un ambiente distendido y familiar.
A diferencia de otros, el matrimonio optaba por la intimidad de su hogar en lugar de frecuentar locales y restaurantes de moda, prefiriendo reunir a sus amistades en su residencia. Se dice que, después de sus partidas de golf, Alejandro Echevarría se reunía con otros deportistas jubilados en el club, donde se debatían temas de actualidad en un ambiente de respeto y camaradería.
Su incansable labor también se reflejaba en el ámbito profesional, donde se mantuvo activo hasta sus últimos días. Tan reciente como el 9 de febrero, presidió los premios Comunicando Futuro, organizados por la fundación que lleva su nombre en el Palacio Euskaduna de Bilbao. Estos premios, que en su primera edición reconocieron a destacadas figuras como Iñaki Gabilondo, Antón Pradera, Ane Irazabal y Juan Carlos Escotet, promueven el periodismo riguroso, veraz y honesto, valores fundamentales para la fundación que Echevarría estableció en 2022.