Por fin has estrenado ese sofá tan bonito que tanto te apetecía para decorar tu salón. El uso diario y el polvo que se acumula en él hace indispensable un buen mantenimiento, especialmente si pretendes que te dure mucho tiempo. Si te interesa saber cómo limpiar un sofá de tela, este es tu artículo.
Todos los muebles del hogar son susceptibles a las manchas, pero algunos corren más peligro que otros. El sofá es uno de los que se mancha más fácilmente, pues en él pasas una gran cantidad de horas, ya sea para descansar, para ver la televisión, reunirte con el resto de la familia, o incluso comer mientras ves una película, un partido de fútbol o tu programa preferido.
Los sofás se fabrican de muchos materiales, pero uno de los más comunes es la tela. Para mantenerlos en buen estado, es importante conocer en profundidad los detalles sobre su limpieza Sigue leyendo para descubrir cómo dejarlo impecable paso a paso, cómo limpiarlo en seco y cuatro formas de limpiarlo especialmente pensada si tienes mascotas.
Limpiar un sofá de tela es muy fácil pero tienes que tener en cuenta una serie de aspectos, para lo que te resultará muy práctico seguir estos pasos. Limpiar el sofá a fondo es una de esas tareas que debes realizar al menos cada 6 meses, aunque parezca que no está sucio. El polvo y los ácaros hacen que se vea deslucido y, además, se acumula en rincones y esquinas.
Pasos a seguir para limpiar un sofá de tela
Hay varias maneras de limpiar el sofá sin utilizar productos químicos: con vapor, con productos caseros o si es de tela antimanchas. También si es desenfundable utilizarás un procedimiento distinto.
Leer la etiqueta. El fabricante especifica en ella las características básicas del tejido y cómo cuidarlo. No dejes de hacerlo ¡más vale prevenir!. Despejar el sofá. Quita todos los cojines, mantas u otros adornos que tengas sobre el sofá. Para una limpieza completa tendrás que moverlo o, de lo contrario, no limpiarás la zona que está en contacto con la pared.
Elegir el producto. Para limpiar tu sofá de tela puedes utilizar dos tipos de productos: limpiadores caseros a base de vinagre, bicarbonato o agua destilada, y productos comerciales como pulverizadores o espumas. En ambos casos se recomienda hacer una prueba antes en una parte no visible del sofá, por lo que pudiera pasar.
Aspirar. Antes de empezar con la limpieza en sí es imprescindible que lo aspires para eliminar el polvo, migas y otras partículas de suciedad. Muchos aspiradores tienen accesorios especiales especialmente pensados para tapicerías y zonas de difícil acceso. Quita los cojines y asientos sí se puede, y aspira cada uno de ellos individualmente y después toda la superficie del sofá recovecos incluidos. Si está pegado a la pared o tiene muebles cerca, sepáralo para pasar también la parte trasera.
Hazlo con el accesorio del aspirador con forma de cepillo y con el de boquilla plana para llegar bien a todas las esquinas. Si no lo tiene, emplea un cepillo de cerdas finas para eliminar lo que el aspirador no haya podido quitar. Limpia también las patas u otros elementos que no sean de tela con un paño que no deje pelusas.
Aplicar el producto. Por lo general será pulverizar, dejar actuar, limpiar con una esponja o paño de microfibra y dejar secar. Si tu sofá tiene manchas muy visibles, lo mejor es que primero las trates una a una. Haz una mezcla de un litro de agua tibia, un vaso de vinagre (o el zumo colado de un limón) y una cucharadita de bicarbonato. Pulveriza la solución sobre las manchas y, con un paño que no deje pelusa, haz movimientos circulares sobre ellas. Después repasa el sofá entero con la misma mezcla para que no queden diferencias.
Desenfundable. Tienen la comodidad de poder lavarlos aparte pero sigue siempre las instrucciones. Al secar las fundas no lo hagas al sol ya que podrían perder color. Tampoco es recomendable que los metas en la secadora por sí encogieran. Quita las fundas y lávalas siguiendo las instrucciones de la etiqueta. Ante la duda, hazlo con agua fría, un jabón neutro, con un centrifugado más bien suave y sin suavizante.
Deja que se sequen al aire y nunca al sol para que no se decoloren. Si es posible colócalas extendidas para que no se deformen. Si las fundas no se pueden quitar, antes de limpiarlo, comprueba en qué tejido está confeccionado tu sofá y, antes de aplicar cualquier tratamiento, asegúrate de que no se estropea o decolora en una parte no visible de la tapicería.
Cómo limpiar sillones de tela en seco
Si te decides a limpiar tu sofá de tela en seco, aquí tienes un método infalible con el que lo dejarás impecable. Lo ideal es hacerlo cada dos meses, aunque todo dependerá del uso que le des.
Paso 1. Pulveriza el sofá con una mezcla de vinagre y agua a partes iguales. Si tiene alguna mancha puedes quitarla frotando con esta misma mezcla. Paso 2. Sin esperar a que seque esparce bicarbonato de forma homogénea y deja actuar mínimo 1 hora. Paso 3. Aspira bien para eliminar los restos.