Lydia Lozano está entre los participantes en el esperado concurso de baile Baila como puedas, próximo a estrenarlo por La 1. En este programa, 16 bailarines y coreógrafos profesionales se unen a 8 famosos, entre los cuales se encuentran Álvaro Muñoz Escassi, Ana Guerra, Fabiola Martínez, Jaime Astrain, Lydia Lozano, Maestro Joao, Nicolás Vallejo-Nágera y Sabrina Salerno.
Durante la presentación del concurso, donde los bailarines entrenan a los famosos y bailan con ellos, asumiendo la responsabilidad en caso de errores, Lydia Lozano compartió detalles sobre su nueva etapa profesional tras su salida de Mediaset y Telecinco, una experiencia de la que no dudó en hablar.
Actualmente, sus proyectos están vinculados a RTVE, tanto con Baila como puedas como con Mañaneros, un programa en el que ya ha colaborado. Lydia Lozano expresó su sorpresa por la amplitud de oportunidades que ha encontrado en Televisión Española, destacando la apertura de horizontes en el entretenimiento que la cadena representa. «Nunca pensé que en Televisión Española se me diese tanto juego como a mí me gusta dar, porque creo que el juego se puede dar igual en Sálvame que aquí. Y creo que Televisión Española está abriendo un poco los horizontes de lo que es el entretenimiento», comentó.
Para Lydia Lozano, el abrupto final de su etapa en Sálvame fue una experiencia desafiante, describiéndola como una especie de «decapitación» después de haber pasado 25 años en Telecinco. Aunque ha mantenido su actividad con proyectos como la grabación de «¡Sálvese quien pueda!» para Netflix, también ha encontrado tiempo para explorar otras facetas, como la escritura de un libro. «Fue una decapitación, porque llevaba 25 años en Telecinco. Yo soy hiperactiva para el trabajo, como dice Jorge Javier, que lo dice muy bien. Yo no estoy para chupar cámara, como han dicho siempre mis compañeros. Estoy porque me gusta trabajar, soy un culo inquieto», desveló.
En cuanto a las dinámicas de trabajo, Lydia Lozano reveló diferencias entre su experiencia en Telecinco y en RTVE. Mientras que en Telecinco había una lista de temas vetados y restricciones sobre qué se podía mencionar, en Mañaneros experimentó una libertad de expresión que no esperaba. «En Mañaneros, el director nunca me dijo ‘no se puede hablar de esto o prohibido hablar de esto‘, cosa que en Telecinco los dos últimos años teníamos una lista de vetados que te mueres», aclaró Lydia Lozano.
Echando la vista atrás a su trayectoria en Sálvame, Lydia Lozano destacó la complejidad emocional del programa, donde los enfrentamientos públicos a menudo se veían seguidos por intentos de reconciliación privados entre los colaboradores. Aunque reconoce los desafíos emocionales de esa experiencia, también reflexionó sobre el tiempo dedicado al trabajo televisivo, a menudo más que el tiempo en casa con su familia.
En cuanto a la salud mental, aunque reconoce el valor de la ayuda psicológica, Lydia Lozano reconoció que nunca buscó asesoramiento profesional, haciendo una broma sobre cómo los psicólogos podrían enfrentarse a su personalidad y su experiencia televisiva.
1Lydia Lozano y la Operación Deluxe
El programa de entretenimiento dirigido por Jorge Javier Vázquez sigue en el ojo del huracán debido a acusaciones de un presunto espionaje ilegal que habría afectado a más de 140 personalidades conocidas. Esta controvertida información surge del sumario de la ‘Operación Deluxe’, una investigación enfocada en la revelación de datos privados, presuntamente llevada a cabo por un oficial de policía asociado con el periodista Gustavo González.
El escándalo resultante habría sido determinante en la destitución de David Valldeperas y Alberto Díaz, quienes hasta ahora ocupaban el rol de directores del programa. Se alega que una auditoría interna descubrió consultas inapropiadas a bases de datos restringidas de la Dirección General de la Policía, realizadas por un miembro del cuerpo policial específico.
Entre las figuras afectadas se encuentra el cantante Omar Monte. Según informes judiciales, la investigación sobre Sálvame se inició hace cinco años, cuando se observaron indicios de que el programa tenía acceso a información confidencial sobre numerosas personalidades.
Inicialmente centrada en un fotógrafo de paparazzi, la pesquisa se amplió con el tiempo para incluir a Valldeperas y otras siete personas del equipo del programa, así como a la propia productora como entidad legal, fundada por Adrián Madrid y Óscar Cornejo. Se sospecha que la policía estaba planificando una serie de arrestos y registros domiciliarios, incluida la residencia de Gustavo González, basándose en conversaciones telefónicas que sugerían la posesión de documentos confidenciales.
Desde 2011, se informó de la incautación de conversaciones de WhatsApp con diversas personas y otros documentos digitales. Se señala que estas revelaciones incluyen intercambios explícitos que detallan el comercio de información, e incluso la posesión de material íntimo de famosos.
El informe sugiere que muchas de estas solicitudes de información se realizaron para generar contenido para el programa, y que los responsables directos y redactores conocían la existencia del policía y usaban a González como intermediario con él. Según una fuente citada por LOC, estas acciones podrían involucrar a menores de edad y tocar temas sensibles como violencia de género y lesiones.
El posible delito de Descubrimiento y Revelación de Secretos podría acarrear penas de prisión de entre 1 y 3 años por víctima, lo que podría sumar hasta 100 años de cárcel para los implicados, sin contar las posibles multas. El programa se reitiró de la parrilla y el futuro de aquellos involucrados queda ahora en manos de la justicia, que deberá determinar la responsabilidad y las consecuencias de estas acciones.