Borja Thyssen está en el punto de mira después de que unas declaraciones de su madre en ‘Espejo Público’ sobre la continuidad de su legado se malinterpretasen y pusiesen el foco en que podría haber apartado a su hijo de la gestión de su multimillonaria herencia en favor de una de su hija Carmen.
Aunque Tita Cervera no tardó en matizar sus palabras y dejar claro que no ha desheredado a su hijo -sin aclarar si es cierto que será una de sus mellizas la que continúe con su labor artística al frente de los museos que posee en Madrid, Málaga o Sant Feliu de Guixols- la relación entre madre e hijo vuelve a estar en el ojo del huracán y se especula con que Borja estaría molesto con su progenitora.
Coincidiendo con este supuesto distanciamiento entre la baronesa y su hijo, hace varios días salía a la luz la intención del joven de mudarse a Miami con Blanca Cuesta y sus cinco hijos: Sacha, Enzo, Eric, Kalah e India, para comenzar una nueva vida lejos de España y ampliar así su círculo y una vida social que en nuestro país está muy mermada desde que Borja instaló su residencia en Andorra.
Siempre unidos, y presumiendo de un amor que dura ya más de 20 años, la pareja ha reaparecido en una gala solidaria en la capital tras las imágenes de la baronesa de lo más cómplice con Luis Miguel Rodríguez ‘El Chatarrero’, con el que se especula que podría tener algo más que una amistad.
Muy serios, y tan discretos como de costumbre, tanto Borja como Blanca han dejado en el aire qué hay de cierto en su enfado con Tita y cómo les han sentado sus controvertidas declaraciones sobre su herencia. La pareja ha preferido hacer oídos sordos a las preguntas de la prensa y tampoco han aclarado si entre sus planes está comenzar una nueva vida con su familia en Miami que supondría su alejamiento definitivo de la baronesa.