En el punto de mira por las informaciones que aseguran que recibió de Bertín Osborne transferencias por valor de casi 17.000 euros, y que compaginó al presentador con otro hombre -y de ahí que este dude sobre la paternidad de su hijo- Gabriela Guillén ha dado la cara en ‘¡De viernes!’ y, además de lamentarse entre lágrimas que no entiende por qué el cantante cambió de la noche a la mañana, ha confirmado que ya ha presentado la demanda de paternidad para que se someta a las pruebas de ADN y demostrar que es el padre de su bebé.
48 horas después de esta nueva entrevista de la modelo en televisión, Bertín ha reaparecido en Alicante, donde tras posponer en dos ocasiones su concierto por motivos de salud, se ha subido al escenario tras superar el Covid.
Divertido, cercano y dándolo todo a pesar de que confiesa que todavía no está recuperado al 100% -«Nunca en la vida he estado tan malo, malo como un perro, me levantaba y me caía» ha explicado- el artista no ha hecho ninguna mención ni ha lanzado ningún dardo a Gabriela tras sus últimas declaraciones, pero sí ha revelado que se está planteando dejar la televisión: «Seguiré cantando porque es lo que más me divierte, pero lo demás igual me quito del medio, porque estoy ya hasta los huevos» ha reconocido, dejando entrever que sus polémicas con la paraguaya le han pasado factura y le han quitado las ganas de seguir trabajando en la pequeña pantalla.
Una reaparición en la que ha logrado dar esquinazo a la prensa entrando y saliendo del Auditorio de la Diputación de Alicante en la parte de atrás de un coche con los cristales tintados, castigando a Gabriela con el látigo de la indiferencia tras su paso al frente para demostrar en los tribunales que es el padre de su hijo. Un asunto sobre el que Bertín, impasible, guarda silencio, aunque su entorno ya ha deslizado que no tendrá ningún problema en hacerse las pruebas de paternidad. Y, aunque no piensa ejercer de padre del pequeño, sí ha asegurado que se hará cargo económicamente si se demuestra que es hijo suyo.