Iñaki Urdangarin está experimentando cambios significativos en su vida, marcando un hito al firmar el divorcio con la Infanta Cristina, hermana del Rey Felipe VI. Esta decisión viene acompañada de un paso importante en su relación con Ainhoa Armentia, su actual pareja. La pareja ha decidido dar un paso adelante en su compromiso al mudarse juntos a una casa de alquiler ubicada en la misma urbanización donde reside la madre de Urdangarin. En Cotilleo.es sabemos cuál es la gran novedad.
Este nuevo capítulo en la vida de Urdangarin y Armentia se produce justo después de cerrar una etapa al lado de la madre de sus hijos, la Infanta Cristina. La firma del divorcio, según informa ‘Vanitatis’, tuvo lugar entre el 21 y 22 de diciembre del año pasado. Ambos se dirigieron a una notaría en Barcelona en compañía de sus respectivos abogados, donde llegaron a un acuerdo definitivo, poniendo fin a su vínculo matrimonial.
La firma del divorcio marca un punto de inflexión en la vida de Iñaki Urdangarin, quien estuvo involucrado en el caso Nóos, uno de los mayores escándalos de la Casa Real española. Tras cumplir parte de su condena por malversación de fondos y tráfico de influencias, el exduque de Palma ha emprendido este nuevo capítulo en su vida personal, optando por una convivencia junto a su actual pareja, Ainhoa Armentia.
1El divorcio ya está firmado
>La firma del divorcio entre Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina no solo representa el fin de su matrimonio sino también el adiós a algunos de los privilegios que gozaba como miembro de la Familia Real española. Uno de los cambios más notables es la suspensión del servicio de seguridad que brindaba la Casa Real. El grupo de ocho escoltas asignados a Urdangarin recibió notificación para cesar sus servicios en los próximos días.
Esta medida es consecuencia directa de que, tras la firma del divorcio, Iñaki Urdangarin ya no forma parte de la Familia Real y, por ende, ya no requiere un servicio de seguridad especial. Los escoltas, que formaban parte de la seguridad real, serán reasignados a otros lugares dentro del equipo de seguridad de la Casa Real, manteniendo sus funciones pero en diferentes ubicaciones.
Para Urdangarin, acostumbrado a contar con este servicio de seguridad, la ausencia de escoltas podría representar un nuevo desafío, dado que sigue siendo una figura conocida y sujeta al escrutinio mediático. A partir de ahora, sin los escoltas que lo han protegido durante años, su privacidad podría verse comprometida, ya que la firma del divorcio marca la ruptura de cualquier vínculo oficial con la Familia Real.
La firma del divorcio entre Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina no solo marca el fin de su matrimonio, sino también el cese de algunos de los privilegios que disfrutaba como miembro de la Familia Real española. Entre ellos, destaca la suspensión del servicio de seguridad proporcionado por la Casa Real. Aunque Urdangarin, consciente de su status como personaje público, podría decidir contratar un servicio de seguridad privado para acompañarle en sus movimientos, esta medida no se llevaría a cabo a expensas del cuerpo de seguridad de la Familia Real, al que ya no pertenece.
Hasta la fecha, se desconoce si el exjugador de balonmano optará por contratar un profesional de seguridad independiente. Aunque espera que su figura deje de ser objeto de interés mediático, Urdangarin podría considerar prudente contar con seguridad personal ante cualquier eventualidad. Sin embargo, es importante destacar que la retirada de la escolta no implica un ahorro para el Gobierno. Los agentes que previamente acompañaban al excuñado del Rey Felipe seguirán siendo parte del equipo de seguridad de la Casa Real y continuarán recibiendo un salario como de costumbre.