Se confirma la noticia que Julián Contreras no quería escuchar: hay un nuevo drama

Julián Contreras ha ha llamar la atención debido a su complicado historial como inquilino. En Cotilleo.es hemos seguido la historia desde el principio y sabemos lo que ha pasado. El pasado año, Contreras fue desahuciado por segunda vez, generando una serie de conflictos legales y dejando una deuda pendiente que supera los 20.000 euros.

Este no es el primer desahucio que enfrenta el hijo de Carmina Ordóñez, ya que ha tenido que lidiar con situaciones similares en el pasado. Sin embargo, el más reciente ha vuelto a ponerlo en el foco mediático, especialmente después de que él compartiera su versión de los hechos. Ahora, su casera ha decidido romper su silencio y compartir su perspectiva en un programa de televisión.

La vivienda en cuestión, ubicada en las afueras de Madrid, fue abandonada por Julián Contreras el año pasado, pero la casera aún recuerda con detalle toda la problemática que llevó a este desenlace. La situación terminó en los juzgados, y actualmente, Julián mantiene una deuda considerable de más de 20.000 euros relacionada con el alquiler de la propiedad.

La versión de Julián Contreras

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>Según la versión de la casera, Julián Contreras abandonó la vivienda justo la noche anterior al desahucio. En medio de la prisa o los nervios, dejó olvidados objetos significativos, incluyendo fotografías de su madre, sus hermanos y momentos con Norma Duval. Además, dejó atrás un valioso equipo de música, entre otros objetos personales.

A pesar de que Julián Contreras se llevó la mayoría de sus pertenencias, no ha regresado por el resto, dejando atrás recuerdos importantes y valiosos. La situación ha generado especulaciones sobre las circunstancias que llevaron a este desenlace y ha puesto de manifiesto la compleja relación de Julián Contreras con la vivienda y sus responsabilidades como inquilino.

«No pagó tampoco los recibos de agua»

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>A pesar de las afirmaciones de Julián de haber saldado todas sus deudas pendientes, la arrendadora, identificada como Arantzazu, contradice esta versión y asegura que existen pagos pendientes, incluyendo los recibos de agua y diversos gastos legales.

En declaraciones realizadas en un programa de Telecinco, Arantzazu explicó detalladamente la cuantiosa cifra que Julián Contreras debería abonar. «No pagó tampoco los recibos de agua. A esto hay que sumar también el gasto de los abogados, procuradores, cerrajeros… Incluso descontando lo que se le reclamaba del IVIMA, es más de 20,000 euros. Bueno, la cifra está más cerca de los 30,000. Es que no te puedo dar una exacta porque también entran los intereses y cosas que son importantes», sostuvo la casera.

Arantzazu destacó su comprensión hacia la situación de Julián durante la pandemia, pero expresó su desconcierto ante la decisión del exinquilino de no solicitar ayudas al Estado, las cuales estaban disponibles durante el 2020 para mitigar el impacto económico del Covid-19. La casera subrayó que esta situación comenzó en 2020 y que Julián Contreras no abandonó la vivienda hasta febrero de 2023.

Esta nueva revelación añade un capítulo más a la compleja relación entre Julián Contreras y su casera, marcada por desahucios anteriores y conflictos legales. La discrepancia en las versiones sobre el estado de las deudas y las responsabilidades financieras plantea interrogantes sobre la gestión económica de Julián en relación con su antiguo hogar.

Una noticia que hunde a Julián Contreras

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>Según la casera de Julián Contreras, la propiedad fue entregada en condiciones considerablemente deterioradas, y ella tuvo que invertir dinero para restaurarla. Señaló que Julián dejó de pagar el alquiler, argumentando que prefería utilizar su dinero para otros fines.

Este proceso de desahucio y deuda no es nuevo y se remonta a varios meses atrás. La relación entre Julián Contreras y su casera llegó a instancias judiciales, con la presentación oficial de una reclamación de deuda. La propietaria detalló el proceso, indicando que se envió un burofax en marzo, seguido de una reclamación oficial en junio de 2020. Julián tuvo 30 días legales para pagar antes de que se iniciara el proceso judicial.

El juicio estaba programado para enero, pero debido a la pandemia y a la alegación de vulnerabilidad presentada por Julián, se pospuso. Los servicios sociales intentaron durante un año localizar a Contreras para emitir un informe, lo que provocó nuevos aplazamientos en el proceso judicial. Finalmente, el juicio se llevó a cabo en diciembre de 2020.

A pesar de estos acontecimientos, Julián Contreras recientemente compartió sus sentimientos a través de Alexia Rivas, expresando que no se sentía orgulloso de la situación. En sus declaraciones, mencionó que este tipo de dificultades financieras no son exclusivas de él, y que se siente mal por encontrarse en esa posición. La complejidad de esta historia revela las distintas perspectivas y desafíos enfrentados por ambas partes involucradas en este conflicto.