Indiferencia total. Esa es la actitud que Kiko Rivera ha mostrado ante los micrófonos de Europa Press respecto a las dos polémicas que le han ‘salpicado’ últimamente y sobre las que hace años no hubiese dudado en dar su opinión y estallar a través de redes sociales.
En primer lugar, la decisión de su madre, Isabel Pantoja, de abandonar Cantora para comenzar una nueva vida en Madrid. Las millonarias deudas de la tonadillera y su desesperación por solucionarlas y poner el ‘contador a cero’ con Hacienda han provocado que haga caso a los consejos de su promotor y eche el cerrojo a la finca para siempre, algo que facilitará su venta.
Un asunto que afecta directamente a Kiko, ya que es el propietario del 49% de Cantora. Sin embargo, a su llegada a Sevilla este domingo tras actuar en Zaragoza, el Dj ha dado la callada por respuesta y ha dejado en el aire si se alegra porque su madre vaya a dejar la que ha sido su ‘jaula de oro’ en los últimos años para mudarse a la capital.
Dejando claro que no quiere saber nada de las noticias relacionadas con su familia, el hijo de Paquirri tampoco se ha pronunciado sobre la guerra televisada entre su hermano Francisco Rivera -con el que tampoco tiene ningún tipo de relación- y Julián Contreras.
Muy serio, Kiko ha guardado silencio sobre las durísimas declaraciones que el hijo menor de Carmen Ordóñez ha hecho sobre el torero, al que ha tachado de «acomplejado», «machista», «enfermo emocional del dinero» o «soberbio», sin confirmar ni desmentir si piensa lo mismo que Julián.