Tal y como anunciaron hace varios días, los abogados de Daniel Sancho, Carmen Bafalgón, Ramón Chipirrás y Marcos García Montes, han convocado este viernes a la prensa para revelar las irreagularidades que han descubierto en la investigación del caso del hijo de Rodolfo Sancho, en prisión provisional en Tailandia desde el pasado 5 de agosto por el presunto asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta.
El cocinero español está acusado de tres delitos por parte de la Fiscalía tailandesa: asesinato premeditado, hacer desaparecer partes del cuerpo de su víctima, y destrucción y ocultación de documentación ajena. Él solo ha reconocido que desmembró y se deshizo de los restos del cirujano colombiano, pero ha negado el resto de cargos que se le imputan y por los que podría ser condenado a pena de muerte en el juicio que arrancará el próximo 9 de abril y se alargará previsiblemente hasta el 3 de mayo.
Pero el caso podría dar un giro radical después de que los representantes legales de Daniel Sancho hayan denunciado «irregularidades», declarando la guerra a la policía tailandesa, a la que han acusado directamente de «engañar» al joven, asegurando que le prometieron que lo deportarían a España en 48 horas -enseñándole incluso documentos firmados- si confesaba el asesinato.
Su defensa intentará demostrar que se trata de una muerte accidental, fruto de la pelea que el hijo de Rodolfo Sancho empezó con Edwin para intentar defenderse de una agresión sexual, y sostienen que en ningún caso confesó el asesinato premeditado, señalando directamente a la policía del país asiático de «errores e irregularidades en la transcripción de la declaración».
«Daniel nunca confesó que había matado al señor Arrieta. Confesó que hubo una pelea y confesó que había procedido a desmembrarlo. Nada más. Lo que sigue manteniendo es la verdad», ha explicado Carmen Bafalgón, apuntando a que la policía tailandesa «se ganó la confianza de Daniel bajo una falsa deportación y consigue lo que consigue».
«Le dijeron mañana, en un plazo de 48 horas, estás en España, y él habló, pero jamás confesó lo que querían que confesara. Desde el minuto uno sostiene que hubo un intento de agresión sexual, él se defendió y da como resultado el fallecimiento de la víctima. Eso lo dice desde el minuto uno y hay grabaciones que lo aseveran» ha añadido la portavoz de la familia Sancho. «Se le engañó en los primeros momentos de la detención y todos sabemos que Daniel confesó todos los extremos que la policía tailandesa quería que confesara» ha reiterado.
Respecto a la compra de cuchillos, bolsas de basura y otro tipo de material que habría utilizado para perpetrar el crimen, han aclarado que compró dichos enseres para «hacer unos vídeos de cocina, nunca para asesinar al señor Arrieta. Y lo probaremos a lo largo del juicio».
Dejando claro que su acusación no va contra el sistema judicial de Tailandia sino contra su Policía, los letrados han tachado el comportamiento de los agentes que detuvieron e interrogaron al español como un «auténtico escándalo», asegurando que la declaración de Daniel no coincide con lo que realmente dijo. «Él no cambio su declaración, fue la policía quien la cambió al transcribirla» sostienen.
Para Rodolfo Sancho, tan solo buenas palabras: «Es un padre coraje que está haciendo lo que cualquier padre haría: preocuparse, ocuparse y defender la inocencia de su hijo. Él sabe lo que realmente pasó. Coincide lo que ha contado Daniel con lo que hay en esas grabaciones», han asegurado, revelando que el actor y Daniel «están encantados con nosotros» y con su defensa.