Don Juan Carlos ha celebrado su 86 cumpleaños rodeado de su familia y de cien invitados que no dudaron en viajar hasta Abu Dabi, donde reside desde hace varios años y que incluso ahora se ha mudado con él su sobrino Froilán. Así, la gran parte de su familia no dudaron en celebrar su cumpleaños junto a él. Y es que a pesar de las ausencias más notorias y que en el fondo se sospechaba, no asistieron Don Felipe ni la reina Letizia, así como sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofía.
Quienes no dudaron en viajar junto a Don Juan Carlos, fueron sus hijas, las infantas Elena y Cristina así como los hijos de estas, siendo Victoria Federica la primera de los nietos que viajaron hasta allí, para celebrar los 86 años de vida del rey emérito. Y es que, esta es la primera vez que el monarca hace una celebración de su cumpleaños desde que reside en el extranjero. Una fiesta a la que asistieron Marta Gaya, Carlos Herrera y ‘Los del Río’.
Aunque hay que destacar entre las ausencias de la familia Real que la ausencia más marcada fue la de la reina Sofía que no viajó hasta Abu Dabi para reunirse con sus hijas y celebrar el cumpleaños del rey emérito, sino que se encontraría en Grecia junto a su hermana Irene, con motivo del aniversario de la muerte de su hermano.
Así 100 invitados se trasladaron hasta la casa particular de Don Juan Carlos en Abu Dabi, donde tuvo lugar la celebración y que por lo que se ha conocido el lugar en el que el rey emérito vive es una mansión de 11 millones de euros y que cuenta con más de mil metro cuadrados de terreno, según publica el programa ‘Socialité’
4Don Juan Carlos y su papel en el divorcio de la infanta Cristina
Don Juan Carlos es una de las personas que más habría deseado que su hija firmara de manera definitiva los papeles de divorcio son Iñaki Urdangarin e incluso le habría motivado a su hija para que comenzase el proceso de una vez por todas. Pero este esperando momento para el rey ha llegado más tarde de lo que él pensaba. Un divorcio que no ha dejado indiferente a nadie debido a que el propio Urdangarin no habría puesto las cosas fácil, sobre todo después de amenazar con publicar sus memorias. Un texto que redactó mientras se encontraba en la cárcel.