Eugenia Martínez de Irujo se ha convertido en una de las involuntarias protagonistas de la actualidad ‘rosa’ tras la entrevista de Francisco Rivera en ‘¡De viernes!’. A pesar de que su relación con la madre de su hija Cayetana es cordial en la actualidad, el extorero no ha dudado en arremeter contra su exmujer al recordar lo mal que lo pasó tras su separación: «No le tengo ningún rencor a Eugenia por todo lo que pasó, pero como se portó después no estuvo bien. Fueron dos años terribles. Se me despellejó como padre» ha asegurado.
Un inesperado ataque que no habría sentado nada bien a la duquesa de Montoro. A pesar de que no quiere entrar en ninguna guerra con el padre de su única hija, según ‘Espejo Público’ «no lo está pasando bien porque es reabrir viejas heridas e implica además la sobreexposición mediática de Tana». Sin embargo, y como apunta Gema López, no va a hablar «por el profundo amor que tiene su hija a su padre».
Un deseo el de mantenerse al margen que ha dejado claro en sus primeras imágenes tras la entrevista de Francisco. Arropada por Narcís Rebollo, y luciendo la mejor de sus sonrisas, Eugenia ha reaparecido en la fiesta que Alejandro Sanz ha celebrado este martes por su 55 cumpleaños en el madrileño teatro Barceló.
Con un look años 20 de lo más favorecedor y sin rastro de preocupación o pena en su rostro, la hija de la duquesa de Alba ha derrochado risas, amor y complicidad con su marido al llegar a la celebración, donde no quiso pronunciarse sobre el demoledor ataque de Francisco aunque sí se deshizo en piropos con el cantante: «No podíamos faltar. Queremos muchísimo a Alejandro. Es el mejor, le adoramos». Eso sí, sobre las declaraciones de su exmarido, ¡ni una palabra!