El legado de Camilo Sesto, el reconocido cantante español fallecido en diciembre de 2019, ha estado marcado por polémicas y desafíos, especialmente para su único hijo, Camilo Blanes. A pesar de ser el heredero universal del artista y recibir un patrimonio millonario, el joven de 37 años se encuentra en medio de conflictos que amenazan su tranquilidad y el manejo de la herencia de su padre.
Camilo Blanes heredó una impresionante fortuna que incluye mansiones en Madrid, y Marbella, así como activos financieros valorados en dos millones de euros. Además, tiene los derechos de autor sobre las exitosas canciones de Camilo Sesto, lo que suma un patrimonio total de alrededor de seis millones de euros.
¿Hay otro heredero?
>El lado bueno de esta herencia se ha visto perturbado por la aparición de un joven barcelonés de 30 años que afirma ser hijo legítimo de Camilo Sesto. Aunque hasta ahora había mantenido su anonimato, este nuevo pretendiente a la herencia ha iniciado trámites legales para reclamar sus derechos. En caso de que se demuestre su vínculo con el cantante, podría acceder a una parte de la herencia de Camilo Blanes.
Esta revelación se suma a otras dificultades que ha enfrentado Camilo Blanes en los últimos meses. Un programa de Telecinco transmitió en vivo desde el Instagram del heredero, mostrándolo en condiciones preocupantes. Su madre, Lourdes Ornelas, intervino en el programa para revelar que su hijo lucha contra problemas de adicción y malos hábitos, lo que ha afectado su capacidad para manejar su herencia de manera efectiva.
Ornelas denunció que algunos abogados involucrados en la transferencia del patrimonio de Camilo Sesto a su hijo se habrían aprovechado de sus circunstancias vulnerables, quedándose con una suma considerable por sus servicios. Afirmó que dicha cantidad ascendía a 400.000 euros y que Camilo Blanes no estaba en condiciones de firmar acuerdos legales debido a su situación de salud.
La madre del heredero también compartió la preocupación de que personas cercanas a Camilo Blanes estuvieran explotando sus circunstancias para obtener beneficios económicos. Además, reveló las dificultades para incapacitar legalmente a su hijo debido a su adicción.
Este capítulo de la vida de Camilo Blanes destaca los desafíos que enfrenta en la administración de la herencia de su padre y la necesidad de abordar problemas de salud y manejo de recursos de manera integral. La herencia de Camilo Sesto, que debería ser una bendición, se convierte así en una travesía complicada para su único heredero.
La desesperación de Lourdes Ornelas
>Desde el verano pasado, la salud y el estilo de vida de Camilo Blanes han sido motivo de preocupación y polémica. A pesar de heredar una considerable fortuna de su padre, el joven de 40 años ha enfrentado diversos desafíos, desde robos en su residencia hasta problemas de salud y un cambio radical en su identidad.
Camilo Blanes sufrió robos en su casa de Torrelodones, heredada de su padre. Posteriormente, en 2022, estuvo ingresado en la unidad de cuidados intensivos por neumonía, y en 2021 fue hospitalizado tras horas de fiesta. La preocupación por su bienestar aumentó cuando decidió cambiar su identidad y adoptar el nombre de Sheila Devil, revelando que se identifica como mujer.
Los cambios a los que se está enfrentando Camilín
>Esta transformación ha sido un proceso que el joven ha decidido emprender, tomando medidas para hormonarse y cambiar su aspecto. Aunque intentó ingresar en una clínica de la sierra de Madrid, se negó a hacerlo, manteniendo sus condiciones de salud y estilo de vida. La madre de Camilo ha expresado su preocupación por su hijo y ha visitado su mansión con regularidad para evaluar su estado.
A pesar de los esfuerzos de Lourdes por encauzar la vida de Camilo, los informes sugieren que el joven no ha mostrado interés en cambiar su situación. La situación ha llevado a un estado de desesperación por parte de Lourdes, quien no logra que su hijo tome decisiones que mejoren su bienestar.
Además de los desafíos personales, Camilo Blanes ha emprendido un nuevo proyecto en colaboración con Christina Rapado. Juntos, han decidido comercializar camisetas con un dibujo de la cara actual de Camilo bajo el nombre «Devil» (demonio), mostrando una faceta emprendedora del heredero.
En este contexto, la vida de Camilo Blanes se encuentra en una encrucijada, con desafíos de salud, identidad y proyectos comerciales que añaden complejidad a la herencia de su padre y su propia trayectoria. La historia sigue evolucionando, dejando abiertas preguntas sobre el futuro de Sheila Devil y su búsqueda de bienestar y estabilidad.