Las hijas de María Teresa Campos han celebrado una subasta con algunos de los objetos personales que ha tenido lugar los días 29 y 30 de noviembre. Una subasta pública en la que se encontraban muchos de los muebles que la presentadora tenía en su casa. Una dura decisión que Terelu y Carmen tras el fallecimiento de su madre y que en el mes de octubre decidieron hacer efectiva la decisión, ya que, en ese mes decidieron trasladar los muebles seleccionados para la subasta.
Y es que, entra los muebles seleccionados para esta subasta pública, las hijas de María Teresa Campos decidieron incluir una serie de muebles y cuadros que pensaron que iban atener una buen acogida por el público y que se venderían con más facilidad. Así los muebles seleccionados son muebles de gran calidad aunque clásicos, según ha publicado el periódico El Español, además se ha conocido el precio de los objetos que se han subastado y como ha publicado el mismo medio oscilarían entre los 300 y 2.000 euros.
Las hijas de María Teresa han seleccionado para esta subasta algunos de los muebles que más valor sentimental tenían para la presentadora, y así habrían elegido algunas sillas, estanterías e incluso una consola de estilo Luis XIV de madera, como ha publicado El Español. Y como ha conocido el mismo medio estos muebles fueron los que seleccionó María teresa Campos para decorar su casa desde cero y que estaban valorados en unas cifras bastante altas en el momento en el que ella adquirió estos objetos.
Ahora que ya ha tenido lugar la subasta se ha conocido que las hijas de María Teresa Campos no habrían conseguido la cantidad de dinero que tenían en mente cuando decidieron poner en subasta los muebles de la casa de la presentadora. Ya que, como ha trascendido la subasta en sí habría sido un cierto fracaso debido a que no habría tenido los resultados esperados.
2María Teresa Campos y su polémica relación con Edmundo Arrocet
Gustavo Guillermo hace dos años ya sentenció al humorista confesando que en verdad era un “clasista” y “racista” hasta “mentiroso” y “embaucador”. Además Gustavo ya contó una historia que mostraba cómo era de interesado Edmundo Arrocet,: “Un día Teresa Campos me dice que haga una reserva en un restaurante donde vamos habitualmente. Me pide que sea un reservado, porque quería discreción. Era al principio de la relación. Sin embargo, al llegar me llevo la sorpresa de que Edmundo habla con los camareros para que los sienten en la terraza donde están los paparazzi”,